Escenario

El último duelo, los siglos pasan… aún hay mucho por cambiar en torno a la mujer

El más reciente filme de Ridley Scott llega este jueves a las salas de cine nacional protagonizada por Jodie Comer, Adam Driver y Matt Damon

Jodie Comer as Marguerite de Carrouges in 20th Century Studios' THE LAST DUEL. Photo credit: Patrick Redmond. © 2021 20th Century Studios. All Rights Reserved.

Jodie Comer as Marguerite de Carrouges in 20th Century Studios' THE LAST DUEL. Photo credit: Patrick Redmond. © 2021 20th Century Studios. All Rights Reserved.

Patrick Redmond

La historia está para aprender de ella o para vivir condenados a repetirla. Durante años hemosvisto películas que retratan hechos históricos que pueden llegar a ser crudos, en los que realmente cuesta trabajo creer que eso haya sucedido por lo inverosímil de la situación. Ahí, las masacres, guerras, malas decisiones e incluso el machismo han acompañado al ser humano durante siglos por muchas generaciones. Al mirar en retrospectiva algunos hechos, es imposible no notar algunas similitudes de los sucesos del pasado con lo que sucede actualmente. Hay asuntos de los que, como especie, se supone pudimos haber aprendido para mejorar en el proceso. Pero, a pesar de que los siglos pasan, lamentablemente algunas ideologías que con ellos los acompañan siguen vigentes así como la lucha por contrarrestarlas. El último duelo, del aclamado director Ridley Scott, se basa en el libro The last duel: A true story of trial de combat in Medieval France, de Eric Jager, que a su vez está inspirado en la historia real ubicada en el siglo XIV acerca del último combate a muerte entre dos caballeros en la edad media que involucra mucho drama y suspenso, acompañando a nuestros personajesa lo largo de su narrativa dividida en tres actos, dando un giro sorpresa al final que reclama una verdad innegable y que resuena hasta la actualidad.Jacques Le Gris y Jean de Carrouges, interpretados por Adam Driver y Matt Damon respectivamente, son dos no tan honorables caballeros que forjan su amistad en base al honor y poder conseguir una posición en el congreso para servir a Su Alteza. Sin embargo, con el tiempo van separando sus caminos por conflictos de intereses, siendo el máximo detonante la esposa de Carrouges, Marguerite, con la cual pretende formar una familia a corto plazo. Jodie Comer representa a esta figura femenina, esposa de este fracasado guerrero que, lamentablemente, no puede embarazarse y sufre por ser juzgada a causa de ello en una época en la que las mujeres son vistas como meros objetos. Es en el clímax de la historia que su personaje toma más poder, puesto que su palabra entra en duda debido a que sufre el abuso por parte de Le Gris, por lo que la palabra de su esposo tendrá que anteponerse ante los rumores para cuidar su honor y palabra y así mantener su legado intacto. La química entre Damon y Driver es innegable, ya que se siente un ambiente de compañía que deriva en la posterior traición bastante bien desarrollada. Driver cambia los sables de luz por espadas y su familiaridad con las mismas, aunque sean pocos los combates, es notoria. Esimportante señalar que ninguno de estos dos personajes es totalmente noble, recordando el contexto histórico en el que la historia se desarrolla, que es a finales de los 1300, por lo que sus ideales se ven limitados por los intereses y costumbres de esos años en que el orgullo era la mejor arma que se tenía para posicionarse en sociedad.

Por otro lado tenemos a Comer en un papel muy interesante. Ver totalmente como su Marguerite va perdiendo la cordura al lado de su esperanza y el hecho de que levantar la voz en medio de un sistema dominado por la visión masculina puede costarle hasta la vida. El poco apoyo que recibe por su trauma y lo que transmite como su mirada, misma que se apagamientras está siendo violentada puede considerarse de las escenas más fuertes de la película, pero no la más gráfica. Scott tiene una larga filmografía que le precede y logra estar a la altura del relato con su ya peculiar estilo para contar las historias y el drama que lo envuelve gracias también al guion de Nicole Holofcener que se une a la recurrente dupla ganadora del Oscar de Matt Damon y Ben Affleck. Así, el realizador deja la vara alta al entregarnos una de las mejores cintas que ha hecho en los último años, sentando un precedente de que será un año bastante bueno para él, puesto que también está cercano el estreno de otra de sus cintas, House of Gucci.Algo que no puede pasar desapercibido es el vestuario y la ambientación, ya que ambos elementos combinan perfectamente con el relato, encontrando grandes detalles que contrastanen las tres diferentes versiones de la verdad que vemos. Lograr la iluminación tenue de una vela y la saturación constante de objetos puede hacer incluso que se sienta sucio el ambiente o refrescarnos con una caminata por la nieve con los diseños de vestido más reconocidos por los sastres de la época. Es para reflexionar que realmente hemos estado progresando a través de los años, y no hablando tecnológicamente, sino culturalmente. Lo mucho que se ha demeritado la labor de la mujer con el tiempo, la sensación agridulce de que algo todavía falta por cambiar y que el camino no va para corto es una sensación familiar que se siente al final del filme. Aunque en la película vemos miradas cómplices entre mujeres y como se ven obligadas a aceptar la versión de sus esposos, no se deja de lado que siempre existe la mínima posibilidad de que alguien se ponga a favor de la postura de la mujer y acepte que lo “normalizado” ha sido una tortura a lo largo de los años.No olvidemos que el contexto social y cultural de esa época está muy lejano a nuestro presente pero aún así podríamos considerar ciertos patrones que adaptamos en nuestra actualidad y que a veces vale más la justicia divina que ejercer un peso real por las verdades, por más crudas que éstas parezcan.