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Entre junio y noviembre de este año, el gobierno estatal plantó más de 170 mil árboles; la empresa Agua de Puebla rehabilita y moderniza cinco plantas tratadoras

En nueve años, 96 multas por contaminar el Atoyac

En nueve años, 96 multas por contaminar el Atoyac

La Comisión Nacional del Agua trabaja en el saneamiento de 976 descargas de aguas negras directas al río Atoyac y sus afluentes, así como en 685 tiraderos de basura en sus márgenes.

Desde 2017, se han realizado 331 inspecciones a descargas contaminantes y se han impuesto 96 multas por casi 17.5 millones de pesos.

El río Atoyac, uno de los más contaminados de México, busca ser recuperado por las autoridades federales, que han solicitado el apoyo de gobiernos estatales como el de Puebla y el de Tlaxcala.

Entre junio y noviembre de 2025, el gobierno estatal de Puebla plantó más de 170 mil árboles en los tramos 1 y 2 de la cuenca, como parte de una meta general de un millón 790 mil plantas en 93 municipios, con el fin de fortalecer las riberas y la conservación hidrológica.

En materia de infraestructura de tratamiento de aguas residuales, la empresa Agua de Puebla está rehabilitando y modernizando cinco plantas en la capital –San Francisco, Atoyac Sur, Alseseca Sur, Barranca del Conde y Parque Ecológico– para cumplir con los nuevos límites de la NOM-001-SEMARNAT-2021, además de planificar la construcción de una nueva planta al sur de la ciudad para aumentar la capacidad de tratamiento y promover el reúso del agua en industrias y riego.

También se recuperó la planta de Santa Ana Xalmimilulco, en Huejotzingo, una obra de 400 millones de pesos que estaba desactivada desde hace años y que ayudará a frenar descargas domésticas en la región.

A pesar de estos avances, el reto se mantiene. Recientemente, el comisionado federal para el saneamiento del Atoyac, Alejandro Isauro Martínez Orozco, reveló que la primera descarga de aguas contaminantes proviene de un rancho ganadero en Ixtapaluca, Estado de México, y que la cuenca sufre de 2 mil 359 descargas directas entre Puebla y Tlaxcala, lo que hace prever que el proceso podría abarcar todo el sexenio de Claudia Sheinbaum.

En este contexto, Carolina Morán Raya, investigadora del Instituto Iberoamericano de Puebla, destacó la necesidad de priorizar las causas de la contaminación y no solo los efectos.

Dijo que en las zonas aledañas al río sigue habiendo altas tasas de daño renal, leucemia y malformaciones congénitas, lo que demuestra que hace falta un plan interinstitucional y transexenal que regule las descargas industriales y garantice el acceso a atención médica adecuada.

Morán Raya destacó la importancia de la participación ciudadana. “Solo con la colaboración de gobierno, sector privado y sociedad podremos construir un Atoyac sano que beneficie a las generaciones venideras”, dijo.

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