
La Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en Sinaloa, informó sobre la capacitación se convirtió en una de las principales herramientas para reforzar el cuidado de niñas, niños y adolescentes durante 2025. En ese periodo, un total de 41 mil 801 personas participaron en procesos formativos especializados enfocados en la promoción, prevención y garantía de sus derechos.
De acuerdo con la titular del organismo, Connie Zazueta Castro, estas acciones forman parte de una estrategia impulsada por el gobernador Rubén Rocha Moya, con la que se busca consolidar una cultura de respeto, prevención y protección integral de la niñez y adolescencia en todo el estado.
La funcionaria explicó que los trabajos se realizaron de manera coordinada con las secretarías ejecutivas de los municipios, lo que permitió fortalecer tanto las capacidades del funcionariado público como las habilidades de niñas, niños y adolescentes para reconocer, ejercer y defender sus derechos en distintos entornos.
Del total de personas capacitadas, 34 mil 786 fueron niñas, niños y adolescentes que participaron en talleres diseñados para fortalecer su conocimiento, autonomía y participación, mientras que 7 mil 015 fueron servidoras y servidores públicos que recibieron formación para mejorar su actuación institucional desde un enfoque de derechos humanos y protección integral.
En el caso del personal público, los temas abordados incluyeron la protección y garantía de los derechos de la niñez, protocolos de prevención y atención en casos de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en escuelas de educación básica, así como contenidos sobre primera infancia, desarrollo integral, crianza positiva y acciones para una vida libre de violencia.
Por su parte, las niñas, niños y adolescentes participaron en talleres centrados en el reconocimiento de sus derechos y responsabilidades, el fortalecimiento de su autoestima y autonomía, la prevención de la violencia en el ámbito escolar y el cuidado del propio cuerpo, mediante dinámicas como el “semáforo protector”.
Zazueta Castro subrayó que la capacitación permanente permite detectar riesgos de manera oportuna, mejorar la respuesta ante posibles vulneraciones y generar entornos escolares, familiares y comunitarios más seguros. “La formación constante es clave para garantizar el interés superior de la niñez y fortalecer una cultura de respeto y protección”, afirmó.