Mexticacán es un pueblo y municipio de la Región Altos Sur del estado de Jalisco. Sus antiguos pobladores se dedicaban a fabricar loza de barro y cuando no les alcanzaba el día para sus labores, salían al patio de la casa a proseguir su faena, aprovechando la luz de la luna. Esta es la explicación de su nombre "Hombres que trabajan a la luz de la luna".Entre algunos de los atractivos turísticos se encuentran: La Parroquia de San Nicolás, que data del siglo XVI. El Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, que data del siglo XVIII. Los parajes de Rivera del Río Verde y Río de Ipalco.Cuna de paleteros
Se puede afirmar que las paletas identifican a la gente originaria de Mexticacán quienes con negocios en ese ramo están esparcidos por todo México y el sur de los Estados Unidos. Un Monumento a la Paleta, único en México, ubicado en la plaza municipal es testimonio mudo de una tradición heladera practicada por la mayoría de sus habitantes.La gran tradición que identifica como paleteros a los oriundos de Mexticacán se inicia cuando en el año 1940 aproximadamente, un tal Genarito Jáuregui, hombre ingenioso, emprendedor de varios oficios y actividades benéficas para el pueblo, recibe recomendaciones de su compadre Don Celso de Cañadas de Obregón sobre la compra de una fábrica de paletas alemana que se encuentra abandonada en la aduana de Veracruz. Genarito entusiasmado se asocia con su también compadre Tilde Ríos y realizan la compra con el entonces conocido Carlos Herin, quien era el encargado de la firma por un costo de mil 200 pesos.En ese entonces Genarito atendía un molino de nixtamal, de granos y de pastura, además del alumbrado público y en común acuerdo deciden, al poco tiempo, que sea Tilde Ríos el encargado del negocio de la fábrica de paletas, misma que se instala en la casa que hoy es la tienda de dulces de Pedro García.Dicha paletera generaba energía por medio de carbón el cual al quemarlo desprendía gases de hidrogeno que se filtraban a través de unos costales de yute que lo conducían por unos tubos, los que a través de una flama azul hacían mover un motor de combustión interna el que enfriaba el agua del tanque por medio de dos esferas grandes de fierro.Esta paletera fue la primera que conocieron los de Mexticacán y estuvo trabajando en un local frente a la plaza durante seis años. Los palillos los hacían de carrizo, lo cual provocaba que a veces se cortaran los labios y las paletas se vendían a 1 centavo las de agua y a 3 centavos las de leche. El agua la traían de los canales en cántaros que los cargaban en burros, cada animal cargaba cuatro.En esta paletera también se hacían las barras de hielo las que por no congelarse totalmente les tenían que tirar el agua del centro de la barra y llenarla con paletas de hielo. Estas barras principalmente eran para los deliciosos raspados de nieve que se vendían en los chantes; también las entregaban en Yahualica y Nochistlán.La distribución en Mexticacán se realizaba en una cubeta que se llenaba con 100 paletas, hasta que en el año de 1942 Tilde se fue a Guadalajara, donde compró un equipo moderno al Sr. Joaquín Martínez, pudiendo hacer entonces la distribución a través de diez carritos de paletas que salían del domicilio de José palomar No. 48 esquina con José María Montenegro a la vuelta del templo del Padre Galván, entonces había una paletera en el parque Morelos, además de que ya existía la Regina.La paleta de agua la vendían a dos centavos, siendo “la pachuca” una de las más solicitadas; en tanto que la paleta de leche, el sandwich y el esquimal costaban cinco centavos, mientras que las cajitas de nieve tenían un costo de diez centavos.Crisis de los carritos
En 1958, las empresas heladeras establecidas en el DF y que utilizaban los carritos como principal medio de venta tuvieron que sortear una fuerte crisis. Para terminar con el ambulantaje, el regente Ernesto Uruchurtu restringió sensiblemente el área donde los carros de helado podían transitar, sacándolos de las mejores plazas y parques.Quienes desafiaron sus órdenes iban a parar a la cárcel de la administración de mercados, tenían que pagar una fuerte multa y perdían sus mercancías. Las medidas tomadas en la ciudad de México tuvieron eco en muchas ciudades de la República, donde comenzaron a expedir decretos que iban reduciendo paulatinamente la zona de trabajo de los carritos. La “crisis de los carritos” afectó severamente a las empresas de los de Mexticacán y otras que usaban principalmente este medio de comercialización. Esto obligó a muchos alteños a cambiar su manera de vender y a darles un carácter empresarial a sus pequeños negocios. Junto a los carritos, algunas heladerías de mayor capacidad comenzaron a utilizar congeladores y hasta expendios propios para vender sus productos, abriéndoles la posibilidad de producir y poner en el mercado un mayor número de piezas. Este proceso coincide con el surgimiento de una segunda generación de heladeros que aprendieron el negocio de manera natural y que trabajaron sobre bases económicas más estables, ya sea heredando los negocios fundados por sus padres o estableciendo nuevos bajo sus auspicios.De esta forma, los de Mexticacán fueron abriendo heladerías que poco a poco irían tomando un sesgo más industrial.A partir de 1960, esos productores regresan al pueblo en tiempos de frío y en el reencuentro inician la feria de la paleta, que desde entonces se ha vuelto una tradición. Incluso, en los últimos 10 años se ha convertido en la exposición de paletas, helados, materia prima y maquinaria más grande de México.Feria invernal
Las fiestas de Mexticacán las que se realizaban en abril era una tradición que se trajo de España, de aquellas Fiestas de Abril de Sevilla y llegan a Mexticacán con la festividad religiosa de San Marcos primer patrono del entonces llamado pueblo de Santa María de Mexticacán a finales del siglo XVII. Después, por el florecimiento de las empresas paleteras el entonces presidente municipal Modesto Mendoza en 1960 propone y decide realizar la Feria Invernal de Mexticacán en diciembre de cada año.Esta Feria Invernal se establece como encuentro tradicional de los hijos ausentes, principalmente de los paleteros y desde sus inicios creó una fuerte tradición de festejos que durante más de dos décadas fue la Feria con mayor atracción en la región, un palenque de gallos que propuso a todo México “La Variedad” después de las peleas de compromiso, en la que pasaron todos los artistas de renombre de esa época, además de su presentación gratuita en la plaza municipal.
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