El primer acercamiento de Jim Sheridan se dio a través de la historia. Preocupado desde siempre por el tema de la inmigración le pareció fascinante el episodio de la historia en México cuando apareció el Batallón de San Patricio, una unidad militar conformada solo por irlandeses que se unieron a las fuerzas mexicanas en la Guerra de Intervención Estadounidense de 1846-1848.
Luego su interés se ha dado a través del cine. En la conferencia magistral que ofreció en Guadalajara dijo que le gustó conocer parte del cine mexicano de nuestra época de oro. Resulta contundente entender que su empatía con México también va más allá del tema de la migración porque considera que lo que hace Donald Trump, presidente de Estados Unidos, es una situación similar a la que vivió su país con Inglaterra.
Sin embargo, más impactante aún resulta que te mira con sus ojos azules intensos y sin titubear declara convencido que “el cine mexicano es el mejor del mundo, no entiendo porque no confían en él. No necesitan preguntar (…) De aquí salieron Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki, Guillermo Arriaga y Guillermo del Toro, y hay propuestas nuevas muy interesantes, aquí está lo mejor que puede verse ahora”, dijo Sheridan, con su semblante de facciones duras pero de trato suave, en una charla que sostuvo con Crónica en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
Declaraciones como: “Nadie se le acerca a Emmanuel Lubezki en el nivel de su trabajo” y “Sólo Christopher Nolan compite contra ellos”, confirman su admiración a esa generación dorada del cine mexicano a la que pronostica que algún día tendrá una visión más política en sus películas, sobre todo “pensando en la situación social mexicana, a mí me interesa cada vez más su país y quiero conocer más sobre los el fenómeno del narcotráfico”.
Durante la charla se mostró relajado, por momentos el tono de su voz parecía dulce y tenía la capacidad de alejar esa percepción de director de cine desafiante y provocador con su constante crítica política y se dejó acercar más a esa otra percepción del cineasta sensible, discreto y empático con quien tiene enfrente que lo llevó a filmar con respeto la historia del pintor y escritor Christy Brown en Mi pie izquierdo (1989) o incluso aquel Sheridan que filmó los últimos días de su madre enferma.
“Creo que el director de cine puede ayudar a la sociedad pero es difícil porque no es inmediato como la televisión. Lo que sí creo es que es probablemente más duradero y por eso puede que tenga un mayor impacto. Sobre todo en personas con desventajas, por ejemplo minorías, en cuestión racial, comunidades homosexuales o de migrantes, para ellos creo que el cine aún tiene una identidad o una forma de verse muy importante”, dijo.
Jim Sheridan es considerado el cineasta irlandés más importante de la historia de ese país. Ese título lo ha ganado por encima de otros como Neil Jordan por su fiel compromiso social. Cuenta en su carrera con seis nominaciones al Oscar gracias a su trabajo en filmes como el mencionado Mi pie izquierdo, en 1989, En el nombre del padre (1993), que le dio también el Oso de Oro de la Berlinale, y En América (2003), por mencionar algunos de sus títulos.
“Creo que lo más importante para un director al hacer películas es entenderlas o verlas desde en frente, para el público y traer un buen actor”, explicó. Y lo dijo con la certeza de haberle dado al actor Daniel Day-Lewis, algunos de los papeles más importantes de su carrera que lo han llevado a ser el que más Premios Oscar como protagonista, ha ganado en la historia. El primero de ellos se lo debe a Jim Sheridan quien le dio el papel protagónico de Mi pie izquierdo:
“Siempre supe lo que Daniel era capaz de hacer, desde el momento en que lo estaba trabajando en mi cabeza. Supe que era diferente, que era muy poderoso y probablemente el mejor actor de mi vida, técnicamente estaba en otro nivel, es realmente un muy buen actor, no puedes estar en contacto con alguien y no darte cuenta de lo poderoso que es”, expresó.
¿Sigues en contacto con él? se le pregunta y responde con una noticia que abre la brecha a pensar que Day-Lewis ampliará su impresionante palmarés: “Sí, no tanto como debería, pero supe de él en Navidad y me dijo que hará una película con Paul Thomas Anderson. Será una gran película, la última película en la que estuvo él (Lincoln) fue excelente, y creo que será mejor en esta porque será sobre una fascinante temática. No quiero hacer una película en ese mismo año porque todos los premios se habrán ido con ellos”, expresó sobre la mancuerna del actor con Paul Thomas Anderson, quien le dio el segundo Oscar por There Will Be Blood (2007).
Sheridan es un director que se muestra optimista y contento con el cine de la actualidad, pero también se muestra consciente de los fenómenos y transformaciones por las que atraviesa, e incluso sugiere cambiar el modelo de estrenar películas solo los fines de semana para revertir el problema de los blockbusters que acaparan las salas de cine y buscar nuevos espacios:
“Al menos que quieran invertir en estas películas palomeras, de exceso de efectos visuales, el cine fuera de Estados Unidos debe cambiar. Creo que está mutando en algo más como la televisión y puede alcanzar el resto del mundo como no pudo en el pasado gracias al Internet”, comentó.
“Creo que es verdad lo que dicen directores como Martin Scorsese o Ridley Scott cuando dicen que el cine está muriendo. Pero creo que lo que quieren decir es que la gente está encontrando nuevas posibilidades al irse a la televisión en su casa; busca y encuentra cualquier cosa. El gran negocio del cine como lo veíamos se acabó. Los estudios solían hacer estrellas, directores, controlaban todo y creo que eso se está acabando”, enfatizó.
La charla concluyó al hablar sobre su nuevo proyecto, una película sobre el escape de una prisión que significará su regreso al cine irlandés al hablar sobre la IRA (Ejército Republicano Irlandés) y como pasó de la lucha a la paz; alabó a Salma Hayek, protagonista de su cortometraje 11 horas estrenado en el FICG: “Es muy honesta muy auténtica, poderosa, como persona, hermosa alma, muy determinada, muy emocional, ojos hermosos, tal vez la actriz mexicana más famosa, para mí hacer la película donde no había razas ella era perfecta”, dijo.
Al final, y como si fuera una escena post créditos de una película, hubo un diálogo interesante. Preguntó sobre la figura de Juan Gabriel, el fallecido cantautor mexicano y sobre su efecto en México, para después mostrarme un video en su celular el videoclip de un tema llamado “Make Me An Island”, del cantante de pop irlandés Joe Dolan, sorprendente parecido al estilo del mexicano. En un proyecto tendrá a un personaje con características como la de ellos en una serie, habló de una escena en particular en un bar y luego se despidió, con su andar calmado a seguir disfrutando de su visita a Guadalajara.
lg
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