Brillante bebida de historias de fábula, me recuerda al navío de su ilustre piel, con sabor a arroz recién fermentado.
Insaciable sed de deseo y pasión, me incita a seguir bebiendo de su elixir consagrado a esa realidad como quien busca amor en lo prohibido. Me envuelvo entre historias sin final, mientras degusto otro trago de sake.
¿Qué será de aquella geisha que robó el corazón de este pobre somnoliento?
La recuerdo como si el ayer aún no pasara, y como si el ahora no existiera.
Bebo una vez más. Por ella, por los recuerdos, por esa noche con quinientos pesos en el bolsillo y una hora de libertinaje.

¿Qué será de aquella joven de piel de seda y mejillas ruborizadas?, ¿acaso pensará en mí?
Doy otro sorbo. Todo me recuerda a ella y su aroma: lavanda y látex.
¿Qué será de mí cuando descubran su cuerpo amordazado en lo profundo de aquella habitación?
Doy un último trago y salgo en busca de otro amor al cual fermentar.