Es famoso el barrio del Santuario por sus personalidades nacidas o radicadas en él, como Agustín de la Rosa (protector de la niñez tapatía), el presbítero Severo Díaz (astrónomo), Silverio García (benefactor) o Agustín Yáñez, quien nació en la casa 523 de la calle Manuel Acuña. Actualmente los visitantes pueden encontrar en la zona a las vendedoras de buñuelos que son bañados en dulce de guayaba, frituras, tamales y cañas en bolsita. Todo ello forma parte de la cultura que enmarca el tradicional barrio y que tiene como punto de anclaje el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.La gran fiesta anual de este barrio se celebra el 12 de diciembre. El historiador Dávila Garibi en su libro "Memorias Tapatías" nos dice que la época más brillante de los festejos Guadalupanos en esta ciudad fue a mediados del siglo pasado, cuando por la invasión norteamericana de 1847, el fervor nacionalista se enardeció manifestándose particularmente en estas conmemoraciones. Este festejo dedicado a la Guadalupana consistía en un novenario con organización de un convite, en el que se incluía "un carro lujosamente adornado en el cual varias preciosas niñitas vestidas de ángeles repartían los programas de la función".La edificación del Santuario y las Cuadritas
Desde un principio se quiso que el templo estuviera dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, de la cual la gente sentía una gran admiración y fervor, así que el siete de enero de 1777, el mismo obispo de aquella época colocó la primera piedra de esta hermosa iglesia, así como de las casas para personas sin recursos, para las que se utilizó en su construcción la famosa cantera de Huentitán.El señor Antonio Alcalde tuvo la idea de levantar un templo a la orilla norte de la ciudad, que prácticamente estaba desierta. El mismo Alcalde costeó los gastos, no sólo del templo, sino también el alzado de varias casas que se darían en una renta muy baja a los pobres que quisieran habitarlas , llamadas "Las Cuadritas del Santuario".Después de cuatro años de trabajo, el siete de enero de 1781 se realizó la bendición del templo por el señor Alcalde y ofició la primera misa Fray Rodrigo Alonso. Los festejos fueron por la tarde con una procesión que salió de Catedral y concluya en el nuevo templo, en la que tomaron parte la audiencia, el ayuntamiento, el clero secular y regular, muchas personalidades de la época y los vecinos de la ciudad.mac
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