
Debido a que las autoridades estatales de Michoacán tardaron casi 12 horas en entregarlos a la Fiscalía General de la República, los 38 hombres ligados a la Iglesia de La Luz del Mundo, quienes estaban recibiendo adiestramiento en tácticas de seguridad, fueron dejados en libertad por una jueza.
El grupo conformado por personas oriundas de Jalisco, Nayarit, Guerrero, Estado de México e incluso un estadunidense, fue arrestado el pasado 23 de septiembre en un predio ubicado cerca de un camino de terracería en el municipio de Vista Hermosa, en las proximidades de la frontera con Jalisco, en respuesta a los reportes de ciudadanos que alertaron de varias personas aparentemente armadas y realizando actividades paramilitares.
En respuesta, se desplegó un operativo entre fuerzas locales y federales quienes arrestaron a los señalados y les decomisaron armas blancas, una pistola calibre 9 milímetros, 19 réplicas de armas de fuego, equipo táctico y simuladores de explosivos.
Los detenidos dijeron ser miembros de la mencionada iglesia y que su misión era entrenarse para proteger templos, líderes y eventos religiosos de su congregación.
El grupo se quedó en poder de la Policía del Estado de Michoacán, la que habría demorado más de lo normal en entregarlo al Ministerio Público Federal, autoridad que a su vez lo puso a disposición de la jueza de control Yaksi Kinari Alquicira, quien al analizar los procedimientos por parte de la autoridad aprehensora, decretó que todos los detenidos quedaran en libertad por el retraso señalado.
Medios de comunicación de Michoacán informaron que los 38 arrestados estaban siendo defendidos por un despacho de abogados contratado por La Luz del Mundo, y que uno de los litigantes señaló que los arrestados estaban recibiendo capacitación para resguardar templos de esa congregación religiosa por parte de una empresa de seguridad privada con sede en Guadalajara.
Desde hace años, vecinos de la Colonia Hermosa Provincia, de la capital de Jalisco, así como integrantes de La Luz del Mundo e incluso autoridades locales -de manera extraoficial- han señalado la existencia de grupos paramilitares y guardias secretas que sirven a los intereses de la religión, entre los que se menciona al Grupo Jericó y al Grupo Jahzer o Yasser. A este último pertenecerían los 38 hombres recién liberados.