Durante las fiestas patrias, los platillos mexicanos son el acompañamiento perfecto para las familias mexicanas y además nutren de identidad.
Desde tiempos prehispánicos hasta hoy, la cocina tradicional mexicana es un patrimonio cultural vivo que une historias, sabores, costumbres y familias.
La cocina tradicional mexicana, es una manifestación de identidad nacional, una mezcla de las raíces indígenas, coloniales y mestizas que puedes encontrar en diferentes preparaciones como el mole o los chiles en nogada.
Parte de la cultura alimentaria de nuestro México, involucra la herencia de las recetas en las familias y diferentes procesos tradicionales para la preparación de los platillos originarios, como la nixtamalización del maíz, la cocción del frijol o la preparación de las salsas con la gran variedad de chiles existentes. Utilizar ingredientes locales dan sabor e identidad a cada región del país.

Las familias mexicanas siempre han estado involucradas alrededor de la cocina mexicana, desde las preparaciones de los alimentos hasta comer todos juntos, son prácticas centrales e importantes en la cultura del país que fortalecen los vínculos familiares.
Durante las fiestas patrias, los amigos y familias se reúnen para celebrar, revivir historias, preparar y comer platillos típicos como tamales, pozole, sopes, chiles en nogada, entre otros y con ello se fortalecen las tradiciones. Realizar las tareas de preparación de los platillos mexicanos en familia, implica convivencia, y es por ellos que la alimentación siempre ha sido imprescindible para los mexicanos.
En la actualidad existe una gran variedad de productos industrializados que hacen que los consumidores ahorren tiempo en la preparación de algunos platillos, sin embargo, la mayoría de las ocasiones se sacrifica la calidad nutrimental, la cultura alimentaria y el tiempo de preparación en familia. Es común que los niños y adolescentes tengan mayor gusto por hamburguesas o pizzas, que por los platillos tradicionales mexicanos y en muchos casos esto implica la disminución del consumo de ingredientes locales y sabores tradicionales.
Si bien la cocina mexicana se caracteriza por sus aromas y sabores, también existen alternativas para convertir los platillos en opciones más saludables con la finalidad de cuidar la salud de los mexicanos. Durante la elaboración de los platillos típicos procura optar por métodos más saludables en la cocina como reducir la cantidad de grasa añadida.

No olvides acompañar los platillos tradicionales mexicanos con una porción de verduras; una alternativa sencilla es ofrecer a tus invitados pepino, jícama, zanahoria y apio, previo a la comida. Involucra proteína en los platillos que prepares, ya sea a base de algún alimento de origen animal como carne o pollo, y si es necesario puedes agregar frijoles o lentejas. No olvides que el agua de frutas sin azúcar añadida, para beber, es la mejor opción para las familias. Evita los refrescos o jugos, sobre todo en niños y adolescentes. Es entendible que a veces no puedas hacer todas las adaptaciones, pero comenzar con una, es suficiente para cuidar de ti y de tu familia.
En estas fiestas patrias, evita el consumo excesivo de alcohol, disfruta la convivencia con tus familiares y amigos e intenta hacer un ambiente más saludable para todos. Recuerda que es importante recuperar nuestra tradición, elegir alimentos locales e intentar hacer más nutritivos los platillos.
Celebrar con antojitos que honren la cultura alimentaria y al mismo tiempo cuidar la salud, si es posible y hacerlo permite mantener viva la tradición y cuidar de ti y de tu familia.

*Por la Mtra. Monserrat Rodríguez León, directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara