Investigadoras descifraron que los aztecas contaban con un complejo sistema aritmético que incluía fracciones, con el que se median y registraban datos territoriales para definir su valor y cobrar impuestos con mayor precisión.
El estudio publicado en Science por la investigadora María del Carmen Jorge y Jorge, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, y Barbara J. Williams, especialista en etnohistoria de la Universidad de Wisconsin, EU, revela que la cultura prehispánica contó con un nivel mayor de abstracción matemática del que se creía.
“Encontramos que imágenes provenientes de los códices Vergara y Santa María Asunción contaban con símbolos que representaban unidades de medición para obtener áreas y perímetros”, señaló en conferencia la investigadora del IIMAS.
Agregó que entre éstas destacan las unidades menores, fracciones representadas por flechas, manos, corazones y otras partes del cuerpo humano.
“Tenían una alta relevancia para el cobro de impuestos, debido a que sin fracciones no es posible registrar los terrenos con precisión”.
MEJOR QUE EL ESPAÑOL. La experta apuntó que el análisis de imágenes contenidas en los códices Vergara y Santa María Asunción —provenientes de Tepetlaoxtoc, Texcoco, y pertenecientes a la cultura nahua-acolhua— evidencia que los sistemas de medición aztecas, basados en el tlalquahuitl (palo de medir tierras) equivalente a 2.5 metros, eran mucho más ordenados que los traídos por los españoles.
“Era un caos debido a que los europeos trajeron consigo diferentes unidades de medición, donde prevaleció al final la vara de Burgos, aunque el sistema de los antiguos mexicanos era más ordenado”.
De acuerdo con la especialista, el sofisticado esquema contaba además con un alto nivel de detalle con el cual los agrimensores alcohuas no sólo obtenían datos territoriales sino también poblacionales.
“Especificaban si en el terreno, por ejemplo, vivían una anciana, una viuda, una niña y un bebé; si eran otomíes o aztecas, para que en función de esos elementos también se cobrarán los impuestos”.
Dijo también que los dibujos plasmados en los códices especificaban además el tipo de suelo, si eran tierras fértiles como la roja o la amarilla o poco productivas como el tepetate, lo que influía en los costos.
Los algoritmos van de simples a más complejos, según el número de operaciones distintas requeridas. Uno de los más exitosos es la regla del agrimensor. Esta regla fue utilizada por los sumerios y después por los romanos.
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