
El diputado local de Morena, Alberto Vanegas, propuso que las 16 alcaldías, secretarías y dependencias, todas del Gobierno de la Ciudad de México, coloquen contenedores de pilas y baterías en sus instalaciones y centros de trabajo, esto, con el propósito de fomentar y fortalecer una cultura de separación de residuos y prevención de riesgos sanitarios.
En la capital se consumen anualmente más de mil 270 toneladas de pilas y baterías, de las cuales, más del 85% de éstas terminan en la basura común, y apenas una fracción llega a sitios de acopio especializados.
El legislador expuso que se trata de una acción viable, necesaria y coherente con el objetivo número 12 “Producción y Consumo Responsables” de la Agenda 2030, que establece como meta reducir significativamente la generación de desechos mediante políticas de prevención, reciclado y reutilización.
Baterías representan una amenaza para la salud humana
Vanegas Arenas explicó que las pilas y baterías, por su composición química basada en metales como el plomo, el mercurio, el cadmio o el litio, representan una amenaza seria para la salud humana y el ambiente.
Añadió que la naturaleza móvil de los contaminantes, arrastrados por escurrimientos pluviales o por compuestos químicos en el aire, hace que el problema trascienda las demarcaciones políticas.
“Un sitio mal manejado en Tlalpan puede afectar cuerpos de agua en Xochimilco o incluso en municipios vecinos del Estado de Morelos. Por ello, el problema debe abordarse también con una visión metropolitana”, comentó.
Destacó que la Secretaría del Medio Ambiente ha desarrollado el programa “Ponte Pilas con tu Ciudad”, con el que se han instalado más de 400 contenedores de pilas y baterías, incluyendo estaciones del Metro, centros comerciales y algunos edificios públicos, además de que en 2023, se integraron 50 contenedores más en diversos PILARES.
Pese a dichas acciones, explicó, que la mayoría de las oficinas gubernamentales aún no cuentan con contenedores de este tipo.
“El sector público debe predicar con el ejemplo. Además de prevenir la contaminación, instalar estos contenedores promueve el reciclaje de materiales y contribuye a la reducción de residuos en vertederos. La transición hacia prácticas de consumo responsable y recolección diferenciada debe ser una prioridad”.
Reiteró que esto no sólo sería un paso contundente hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, sino también una respuesta responsable y preventiva de salud pública que ya está afectando a miles de personas.
“Cumplir con la Agenda 2030 no es una tarea abstracta ni ajena a nuestra labor: implica implementar políticas y acciones alineadas con los compromisos globales que México ha asumido ante las Naciones Unidas y sus propias ciudadanas y ciudadanos”, concluyó.