En una acción conjunta sin precedentes, la Alcaldía Tlalpan, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR) entregaron credenciales oficiales como Vigilantes Ambientales a los integrantes de la Brigada Cimarrón, con el objetivo de fortalecer la vigilancia comunitaria en las zonas de suelo de conservación.
El acto marca un paso en la protección del patrimonio natural de la ciudad, particularmente frente a amenazas como la tala ilegal, el crecimiento descontrolado de la mancha urbana y la extracción clandestina de recursos no maderables.
Las tareas de vigilancia desempeñadas por las brigadas resultan cruciales para preservar el hábitat de especies silvestres y asegurar la recarga de los mantos acuíferos que abastecen a gran parte de la capital.
Durante la ceremonia de acreditación, la alcaldesa Gaby Osorio subrayó el carácter interinstitucional del esfuerzo, destacando que “lo que estamos haciendo es pensar y accionar para trabajar por el futuro de las niñas, niños y jóvenes de Tlalpan, la Ciudad y el país”. Además, reconoció el compromiso diario de las y los brigadistas, quienes —dijo— arriesgan su integridad para defender los recursos naturales de todos.
Leticia Quiñones Valadez, subprocuradora de Recursos Naturales de PROFEPA, elogió la voluntad política y operativa de la alcaldía: “Este compromiso de trabajar por las áreas naturales no lo encontramos en todos lados”, afirmó.
Por su parte, Francisco Hernández González, director general de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Fomento Económico, explicó que esta acreditación es resultado de un trabajo constante con diversas dependencias, que ha permitido consolidar un modelo legal y operativo de vigilancia ambiental comunitaria.
Como parte de su estrategia integral para proteger el entorno natural, la Alcaldía Tlalpan ha llevado a cabo operativos en colaboración con PROFEPA, CORENADR, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y el Gobierno de la Ciudad de México.
Entre los principales logros destacan la recuperación de 70 hectáreas invadidas, más de 150 recorridos en zonas críticas, operativos de vigilancia, el aseguramiento de más de 300 trozas y más de 250 piezas de madera, así como la conformación de 10 brigadas comunitarias activas.