
El Gobierno de la Ciudad de México recuperó 3.75 hectáreas de suelo de conservación invadidas y aseguró la protección de otras 7.5 hectáreas en el paraje Las Calabacitas, al pie del volcán Xaltepec, en la Sierra de Santa Catarina, dentro de la alcaldía Tláhuac, todo ello en una nueva acción para frenar el avance de asentamientos irregulares sobre áreas ecológicas estratégicas.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), -encargada de la jornada- el operativo se realizó de manera pacífica y con saldo blanco, con la participación de 560 servidores públicos de diversas dependencias.
Durante la intervención se retiraron viviendas consolidadas y en proceso de construcción, así como materiales utilizados para edificar sobre suelo ecológico. Todo se hizo en estricto apego a la normatividad ambiental y urbana vigente. Las autoridades informaron que, tras recuperar la zona, comenzará un proceso de restauración ecológica para revertir el daño ambiental generado por la ocupación ilegal.
“Esta acción forma parte de una estrategia integral del Gobierno de la Ciudad para contener las invasiones en áreas naturales y garantizar la protección del patrimonio ambiental de todas y todos los capitalinos”, señaló personal de Sedema.
En el operativo participaron las secretarías de Gobierno, Seguridad Ciudadana, Medio Ambiente, Obras y Servicios, Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Atención y Participación Ciudadana, Bienestar e Igualdad Social, así como la Consejería Jurídica, la Secretaría de Vivienda, el Sistema DIF, la Comisión de Derechos Humanos capitalina, la Fiscalía de Delitos Ambientales y Protección Urbana (FIDAMPU) y la Secretaría de Gestión Integral del Agua.
La zona intervenida forma parte de la Sierra de Santa Catarina, un complejo volcánico al oriente de la capital, considerado uno de los ecosistemas más valiosos dentro del suelo de conservación. En esta área predominan matorrales xerófilos, que no solo sostienen una rica biodiversidad, sino que también permiten la infiltración de agua de lluvia y la recarga de acuíferos subterráneos, esenciales para el abasto hídrico de la ciudad.
El suelo de conservación representa el 59 por ciento del territorio capitalino y alberga más del 12 por ciento de la biodiversidad del país. Además de su función ambiental, también tiene una importancia social y económica, pues en él se practica agricultura rural que contribuye al suministro de alimentos locales.
El gobierno local afirmó que continuará aplicando la ley para detener la urbanización ilegal sobre espacios vitales para el equilibrio ecológico de la ciudad.
“La protección del suelo de conservación no es una opción, es una necesidad para asegurar el agua, la biodiversidad y un futuro sustentable para las próximas generaciones”, indicó la administración.