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Más del 60% de los casos de cáncer renal en México se detectan en etapas avanzadas, lo que reduce significativamente la esperanza de vida, advierte la AMLCC

Cáncer renal en México: enfermedad silenciosa que requiere atención integral y oportuna

Más del 60% de los casos de cáncer renal en México se detectan en etapas avanzadas, lo que reduce significativamente la esperanza de vida, advierte la AMLCC.

El cáncer renal se ha consolidado como uno de los desafíos más urgentes para la salud pública en México, tanto por su alta tasa de mortalidad como por la frecuencia con la que se detecta en etapas avanzadas. Según datos del Observatorio Mundial del Cáncer (GLOBOCAN), este tipo de cáncer ocupa el lugar número 11 en incidencia en el país y más del 53% de las personas diagnosticadas fallecen a consecuencia de la enfermedad.

Durante el conversatorio “Más fuertes que el cáncer renal: La vida sí lleva filtros”, organizado por la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), especialistas, pacientes y representantes de asociaciones civiles coincidieron en la urgencia de mejorar el diagnóstico temprano, fortalecer el acceso a tratamientos y brindar una atención más humana y multidisciplinaria.

Mayra Galindo, directora general de la AMLCC, subrayó que seis de cada diez casos se detectan en etapas localmente avanzadas, lo que disminuye drásticamente las posibilidades de supervivencia. Sólo dos de cada diez pacientes reciben un diagnóstico temprano, lo que resalta la necesidad de campañas de detección oportuna y educación médica continua.

En ese mismo sentido, Alma Ortiz, subdirectora de la AMLCC, advirtió que el acceso a tratamientos aprobados y disponibles en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud no es equitativo en el país, a pesar de contar con claves interinstitucionales que deberían garantizar su suministro en todos los niveles del sistema de salud. En particular, se refirió a terapias de inmunoterapia que, aunque autorizadas, no siempre son accesibles sin importar la afiliación del paciente.

Lucila Careaga, directora de la Asociación ALE, destacó el papel fundamental que juegan las organizaciones de pacientes en el acompañamiento emocional y práctico de quienes reciben un diagnóstico que muchas veces desconocían. “Es importante que no solo accedan al tratamiento médico, sino también a servicios complementarios como apoyo emocional, nutricional y fisioterapéutico”, señaló.

De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, la incidencia del cáncer renal podría incrementarse entre un 50 y 70 por ciento para el año 2040, mientras que la mortalidad podría aumentar hasta en un 60 por ciento. Estos pronósticos refuerzan la necesidad de implementar modelos de atención integral que superen las barreras actuales del sistema de salud.

Durante el conversatorio, especialistas como la oncóloga Maite Bourlon, la doctora Eva Soto, la psicoterapeuta Margarita Giraldi Martínez, la nutrióloga Ivette Sandoval, la fisioterapeuta Perla Santana y la experta en farmacovigilancia Sheila Martínez coincidieron en que, si bien existen estándares generales de atención, cada caso de cáncer renal es distinto y debe abordarse con un plan personalizado que tome en cuenta los diferentes aspectos de la vida del paciente.

Quienes viven con esta enfermedad también alzaron la voz. Pacientes asistentes compartieron experiencias sobre las dificultades para acceder a atención médica oportuna, diagnósticos certeros y apoyo emocional adecuado. Coincidieron en que uno de los retos más grandes no sólo es la enfermedad misma, sino también el acompañamiento institucional y social durante el proceso.

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