
En la explanada del Monumento a la Revolución se llevó a cabo este 18 de septiembre una clase masiva de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP), con la participación de más de 2 mil 500 personas. La actividad se enmarcó en la conmemoración de los 40 años del terremoto de 1985 y los ocho del ocurrido en 2017, fechas que marcaron la memoria colectiva de la capital.
Durante el evento, organizado por el Gobierno de la Ciudad de México con apoyo de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), la Cruz Roja y brigadas comunitarias, se dispusieron 500 maniquíes para prácticas de RCP y 214 instructores provenientes de distintas instituciones como el CRUM, ERUM y la propia Cruz Roja.

“Estamos preparándonos para construir una ciudad que tenga la formación para salvar vidas. Si la característica fundamental de esta maravillosa ciudad es su población solidaria, lo que hay que hacer es capacitar a la población para salvar vidas”, dijo Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Informó que tan solo en 2025 se ha capacitado a 175 mil personas en gestión integral de riesgos y se han creado 125 brigadas comunitarias de primera respuesta. También convocó a que cada familia capitalina cuente con al menos una persona preparada en primeros auxilios, como parte de la construcción de una red de “socorristas comunitarios”.
Propuesta para incorporar la gestión de riesgos en la educación básica

La mandataria capitalina propuso que la Secretaría de Educación Pública (SEP) incorpore contenidos de gestión integral de riesgos en la currícula de primaria, secundaria y preparatoria.
“Lo mejor que podemos hacer es reforzar la preparación ciudadana frente a los riesgos que enfrentamos. Por eso planteamos un cambio de paradigma: pasar de lo reactivo a lo preventivo”, afirmó.
Recordó que más de dos tercios de las muertes por paro cardiaco ocurren antes de que la persona llegue al hospital, por lo que dominar la técnica de reanimación cardiopulmonar puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
En este sentido, insistió en que la enseñanza debe iniciar desde la niñez y consolidarse como un conocimiento básico en la sociedad.
La secretaria de Salud, Nadine Gasman Zylbermann, resaltó que la actividad es un espacio de memoria y aprendizaje colectivo en la víspera del 19 de septiembre.
“Recordamos con cariño y respeto a las víctimas, a sus familias, y a las miles de personas que con valentía y generosidad tendieron la mano en los momentos más difíciles. Este aniversario nos invita a reflexionar sobre lo aprendido y sobre el deber de seguir preparándonos como sociedad”, dijo.
Detalló que la clase incluyó tres momentos: detenerse, pensar y actuar; teoría y práctica de desobstrucción de vías aéreas; y ejercicios de reanimación cardiopulmonar.
“Son habilidades que cualquier persona puede y debe aprender, porque marcan la diferencia entre la vida y la muerte”, subrayó.
Instituciones y sociedad civil, unidas en la capacitación
El coordinador de Urgencias y Desastres de la Secretaría de Salud, Mario Andrés Moya, señaló que la capacitación ciudadana es clave.
“Ninguno de nosotros es mejor que todos nosotros juntos. No sólo se trata de esperar al personal especializado, sino que ustedes también se conviertan en personal capacitado”.
Por su parte, Jonatan Canales Millán, representante de capacitación de la Cruz Roja Mexicana, reiteró que la institución seguirá acompañando estos procesos.
“Los primeros auxilios son muy importantes para toda la población. Cruz Roja siempre está comprometida con la capacitación y la atención a emergencias”.
El responsable de Protección Civil de la Cámara de Comercio, Luis Pozos, consideró que aprender RCP “es como canasta básica, todos lo tenemos que saber”, y apuntó que si el conocimiento se multiplica en redes sociales y familias, se puede reducir la mortalidad por paro cardíaco.
En tanto, el presidente del Colegio Nacional de Protección Civil, Rafael Pérez, celebró que 60 asociados participaran como voluntarios instructores en la jornada y recordó que “la misión es sencilla: evitar el sufrimiento humano evitable”.
Finalmente, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos, Myriam Urzúa Venegas, recalcó que la protección civil es una labor colectiva que requiere de la coordinación de todos los sectores.
“Con actividades como ésta, buscamos que cada persona tenga las herramientas necesarias para actuar en los primeros minutos de una emergencia, que suelen ser los más decisivos para salvar vidas”.
El evento cerró con el inicio de la clase masiva, entre aplausos de los asistentes, que asumieron el compromiso de convertirse en agentes activos de cuidado y prevención en sus comunidades.