Metrópoli

Los policías de investigación, molestos por la difusión del caso; luego de rastrearlo en torno a la escuela, el chico de 14 año, fue localizado

Ricardo salió de la lista de desparecidos, enfrentará nuevamente la cruda realidad de Xalpa, Iztapalapa

Ricardo, el chico de 14 años que desapareció luego de que un grupo de narcos locales tratara de reclutarlo, fue localizado este lunes por la tarde-noche, luego de que policías de investigación, algo molestos por la difusión del caso en medios de comunicación, se presentaron en la escuela secundaria del muchacho.

La madre de Ricardo ha podido verlo por unos instantes y refirió que aparentemente está en buen estado físico. La Fiscalía de Investigación, algo lenta en los días iniciales y ahora muy presurosa en sacar adelante el caso, ha comenzado los protocolos de atención al menor, lo que implicará que, además de lo que el chico haya podido decir a los policías, especialistas en trabajo social y sicología deberán evaluar al menor para tratar de detectar el contexto en el que se dio su desaparición.

Estos profesionistas, más allá de los detalles, encontrarán una historia que se repite una y otra vez en Xalpa, Iztapalapa: un muchacho que vive en calles donde el dominio lo tienen los narcos. Venta de droga y jovencitos, que hacen de vigilantes, tienen como perspectiva más cercana escalar en la estructura de las pandillas locales y así ver llegar dinero a sus bolsillos en cantidades que nunca lograrán sus padres aunque se maten de sol a sol, como ocurre con la madre de Ricardo, trabajadora de limpieza en la Vocaciones 7.

Fuentes de Crónica confirmaron el hallazgo de elementos que prueban la intención de las pandillas locales de que Ricardo, un muchacho retraido y que no termina de encajar en un ambiente pesado como el de Xalpa, les sirviera de mensajero.

Los elementos de prueba están allí, pero habrá que ver si el sistema arroja nuevamente a Ricardo a esas calles sin más.

Este es el Xalpa de verdad, no el que quieren imaginar desde alguna oficina de gobierno: Ricardo regresará a una escuela secundaria en la que una nueva directiva se ha afanado en revertir la leyenda negra de que de allí nadie sale con rumbo a un buen bachillerato. Se encontrará con los chicos que se preocuparon por él y ayudaron a tapizar las calles con su foto, pero también con chavales, no mucho más grandes, que lo querían reclutar.

La familia de Ricardo, en tanto, se enfrentará a una situación nueva en la que saben que el apoyo generado por horas y horas de trabajo no han bastado. Buscar alternativas tampoco será fácil para ellos; de hecho están all´, en Xalpa, justamente porque no les ha quedado de otra,

Y finalmente la Fiscalía y los policías de investigación, que hoy, por primera vez, acompañaron a la madre de Ricardo hasta optener resultados, se verán desembarazados de un caso que resultó espinoso, aunque finalmente lograron llevar a buen puerto.

Han terminado molestos con la madre por difundir el caso que, apoyada por sus compañeros de trabajo y por los amigos de su hijo, ha amenzado con cerrar Ermita Iztapalapa.

“Entiéndalo, es mi hijo, ustede que haría?”, les ha dicho cuando un reclamo se deslizó finalmente de boca de los oficiales.

Esta vez el chico ha aparecido. Pero Xalpa sigue allí, sin resolverse.

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