
El Congreso de la Ciudad de México declaró el primer domingo de febrero de cada año como el “Día del Pulque en la Ciudad de México”, la declaratoria fue calificada como un acto de justicia histórica y un reconocimiento a una de las tradiciones más antiguas y significativas del patrimonio cultural de la capital.
El pulque es una bebida ancestral de origen prehispánico, considerado como símbolo de identidad y resistencia cultural, es laborado a partir de la fermentación del aguamiel del maguey. Aunque en el siglo XX fue estigmatizado y desplazado por la industria cervecera, ha recuperado presencia en pueblos, barrios y colonias de la capital.
El dictamen es de suma importancia ya que da pie a la revaloración, difusión y protección del Pulque como parte del patrimonio vivo de la Ciudad de México; además permite visibilizar la cadena productiva, respaldar a sus custodios y contrarrestar los estigmas.
Lo anterior fue una propuesta del diputado Ernesto Villarreal, coordinador del PT, quien aseguró que la milenaria bebida ha acompañado a los pueblos de la región desde antes de la fundación de la ciudad, convirtiéndose en memoria, territorio y comunidad.
El legislador destacó que honrar al pulque es honrar la identidad y la dignidad cultural de quienes han preservado esta tradición a lo largo de generaciones.
Y aseguró que con ello se dignificará la labor del tlachiquero, se fortalecerá la economía rural que abastece a la capital y defiende al maguey, pieza clave para el equilibrio ecológico del país.
Ernesto Villarreal comentó que con la aprobación de este dictamen también se repara un agravio histórico y se combaten los prejuicios clasistas y racistas que durante el siglo XX desacreditaron a la bebida, a quienes la producen y consumen.
El diputado agradeció a las y los integrantes de las distintas bancadas por respaldar el dictamen, aprobado por unanimidad; también reconoció de manera especial a las y los integrantes de la Asociación Nacional de Pulquerías Tradicionales, los principales impulsores de esta propuesta.