Metrópoli

Cumple 3 años el huachihoyo de Iztacalco a pesar de peticiones vecinales

El hoyo que se hizo famoso por ser un ejemplo del huachicoleo a mitad de la Ciudad de México, fue motivo de exhibición pública, de acción policial y ministerial. Después, todo mundo se olvidó de taparlo a pesar de los llamados vecinales a liberar la calle

cdmx

Ducto en Pemex

hoyo de huachicoleo

Eunice Cruz

En 2019 fue identificada una toma clandestina de combustible en la Terminal de Almacenamiento y Despacho Añil 486, alcaldía Iztacalco, y hasta la fecha sigue expuesta produciendo constantemente olor a gasolina y bloqueando completamente la calle. Las autoridades nunca actuaron al respecto y los vecinos afectados no han tenido éxito en su reclamo de que el huachihoyo sea clausurado adecuadamente y la calle recupere su tránsito normal.

La calle Añil permanece acordonada y obstruida por tarimas de madera. El ducto por donde se extraía el combustible robado sigue allí.

Calle obstruida

Calle obstruida

Violeta Armenta tiene una tienda a unos pasos de la toma clandestina, lleva estos años buscando soluciones, a raíz del problema tuvo que abandonar su negocio y “tuve que salirme con mi familia dos meses; regresamos porque ¿a dónde íbamos a quedarnos? Quienes nos alojaban nos decían que ya era suficiente… dicen que el muerto y el arrimado a los tres días apestan, entonces, aunque seguíamos en riesgo, nos regresamos”.

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Con miedo y necesidad, los Armenta regresaron a su hogar; preocupados, siguieron buscando una solución. Violeta se acercó a los “lunes de pueblo”, programa que organiza la alcaldía Iztacalco a cargo del alcalde Armando Quintero y donde vecinos exponen sus inconformidades: “Quintero nunca se presentó, siempre mandaba a sus achichincles que nos trataron pésimo como si uno les debiera algo”, relató la mujer y agregó que el delegado solo se apareció cuando se hizo el operativo para detener el robo a Pemex y después se olvidó.

Al no encontrar solución en la alcaldía, Violeta fue directamente a Pemex pero la respuesta también fue negativa.

Terminal Pemex

Terminal Pemex 486

A raíz del esta situación, las unidades de policías dejaron de vigilar la zona, las patrullas no pueden entrar por la obstrucción del paso, “no se dan rondines ni nada, esta calle está olvidada”, asevera Armenta.

El ducto sigue desprendiendo olor a gasolina.