Las recientes pruebas operativas para establecer espacios exclusivos para mujeres en el Tren Ligero y el Trolebús Elevado de la Ciudad de México han generado un intenso debate entre los usuarios. Algunos elogian la iniciativa como un paso hacia la seguridad y la igualdad de género, mientras que otros expresan preocupaciones sobre su efectividad y su impacto en la operatividad del transporte público.

Elvia Alcantara, usuaria habitual del Tren Ligero, aplaude la medida pero señala la falta de organización en su implementación. "Es reconfortante tener espacios donde nos sentimos seguras, pero la falta de señalización adecuada y de control por parte de las autoridades dificulta su uso efectivo", comenta. Considera importante una mayor coordinación para garantizar que todos los usuarios puedan beneficiarse de la medida sin generar congestión o retrasos.

En contraste, Alberto Vargas, otro usuario de edte sistema de transporte, critica la iniciativa, argumentando que solo complica el proceso de abordaje y desperdicia espacio. "Con solo dos vagones exclusivos, el resto del tren sigue llenándose igualmente", afirma. "Es una medida que parece más simbólica que práctica y no aborda las verdaderas necesidades de seguridad en el transporte público".

Durante un recorrido realizado por este periódico por la línea del Tren Ligero, se observó una marcada saturación en las estaciones, especialmente durante las horas pico, donde los trenes tardaban en salir debido al tiempo adicional requerido para acomodar a los usuarios en los vagones exclusivos.

Trolebús Elevado, una variante más al caos 

En cuanto al Trolebús Elevado, las opiniones son igualmente variadas. Una usuaria frecuente de este medio de transporte, lamenta que las pruebas operativas hayan hecho aún más difícil el abordaje en las estaciones intermedias. "Ya era complicado antes, pero ahora con la implementación de los espacios exclusivos para mujeres, es casi imposible encontrar espacio en el autobús", comenta.

Por otro lado, Laura Martínez, usuaria del Trolebús Elevado, reconoce la existencia de los espacios exclusivos para mujeres, pero señala la falta de unidades en circulación como un factor que agrava la situación. "Es positivo que haya espacios seguros para nosotras, pero la falta de autobuses disponibles hace que sea aún más difícil acceder al transporte", destaca.

Las autoridades del Servicio de Transportes Eléctricos (STE) informaron que estas pruebas operativas forman parte de una serie de acciones en materia de género emprendidas por el organismo, con el objetivo de proporcionar un ambiente seguro y equitativo para todas las usuarias del transporte público en la Ciudad de México.

Sin embargo, algunas mujeres expresan reservas sobre la efectividad de la medida. "Si bien es importante abordar la seguridad de las mujeres en el transporte público, es fundamental que estas medidas se implementen de manera integral y con una perspectiva de género que aborde las raíces del problema", comenta Sofía Luna, activista de género. "Es necesario considerar también la educación, la sensibilización y la prevención del acoso y la violencia de género en el transporte público".

A medida que avanzan las pruebas operativas y se recopila más información sobre su impacto en la operatividad y la seguridad del transporte público, los usuarios consideran que queda claro que el camino hacia un sistema de transporte más inclusivo y seguro para todas las personas presenta desafíos complejos que requieren la colaboración y el compromiso de todas las partes involucradas.