
En el edificio número 69, ubicado en la calle Puebla, entre Flora y Frontera, de la colonia Roma, se construyó una rampa elevada que impide el libre paso peatonal.
La inclinación que termina en el acceso del estacionamiento es de aproximadamente un metro de altura por lo que la rampa, hecha para los automóviles, invade desde el inicio de la cinta asfáltica.
Erick Contreras, vecino del edificio, comentó que los transeúntes prefieren bajarse de la banqueta para no tener que cruzar el piso a desnivel por miedo a caerse.
“Es un monumento antipeatonal y un abuso para las personas”, indicó.
A los costados de la entrada del estacionamiento, hay dos establecimientos mercantiles, cuyos dueños han sido testigos de las tantas problemáticas que el declive ha provocado en el paso del tiempo.
Por lo mismo de que la estructura no está bien diseñada a los mismos autos les cuesta trabajo subir, pues, comentó Roberto hasta se deben forzar los motores para que logren subir y así poder guardarlos en la cochera.
Y es que no solamente la rampa obstruye la banqueta y paso peatonal, sino que también dejan la mayor parte del tiempo los autos estacionados arriba de ella, haciendo imposible en definitiva el acceso de las personas, comentó Elena.
Por otra parte, el diseño implantado sobre la calle, está construido en malas condiciones, ya que el pasillo que permite acceder a los residentes de los departamentos, está chueco y presenta una ligera inclinación hacia el lado izquierdo, por lo que también resulta ser un peligro para los peatones.
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