
El Gobierno de Texas anunció el inicio de una “operación encubierta” con el objetivo de investigar a presuntos “grupos terroristas de izquierda” dentro del estado.
El fiscal general texano, Ken Paxton, fue quien dio a conocer la medida mediante un comunicado oficial, en el que calificó al antifascismo y al “transgenerismo” (término usado de forma peyorativa para negar y estigmatizar las identidades de las personas transgénero) como “un cáncer en la cultura” de Estados Unidos.
El político, conocido por su postura ultraconservadora, justificó esta decisión al mencionar el reciente asesinato del activista de derecha Charlie Kirk, hecho que ha generado una ola de tensión y discursos de confrontación política.
“Su martirio representó un punto de no retorno en Estados Unidos. No puede haber compromiso con aquellos que nos quieren muertos”, expresó Paxton.
El fiscal detalló que ha instruido a su oficina a “identificar, investigar e infiltrar” los presuntos grupos de izquierda, aunque no precisó cuáles serían los objetivos específicos ni ofreció más información sobre cómo se llevará a cabo la investigación.
En los últimos meses, líderes republicanos han utilizado el término “grupos extremistas” para referirse a colectivos feministas, antifascistas y organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBT+, lo que ha generado preocupación por posibles abusos y persecución política.
La operación encubierta anunciada por Paxton ha sido interpretada por analistas como un intento de fortalecer el discurso conservador en Texas, uno de los estados más influyentes del país, donde el ambiente político se ha endurecido de cara a las próximas elecciones nacionales.