
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, un exilio dorado en un tercer país, con las garantías de seguridad de su gobierno para una transición pacífica en el país. La oferta fue rechazada por el líder chavista, con lo que quedó cerrada la posibilidad de un derrocamiento pacífico y aumentó el peligro de una intervención militar estadounidense para un cambio de régimen por la fuerza, tras declarar la Casa Blanca que se trata en realidad de un régimen narcoterrorista, liderado por el presidente y la cúpula militar.
La llamada, de la que se ha tenido conocimiento ahora, tuvo lugar el 21 de noviembre, según una exclusiva de la agencia Reuters, que asegura que Trump exigió a Maduro que dejara el poder antes del pasado viernes, 28 de noviembre.
La contrapropuesta de Maduro
El presidente venezolano pidió entre sus condiciones amnistía para él y para su familia, el fin de las sanciones internacionales que castigan a él y a un centenar de dirigentes venezolanos, y la retirada de los cargos que encara ante el Tribunal Penal Internacional.
Además, proponía la formación de un Gobierno interino encabezado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, una fiel aliada, hasta la celebración de elecciones.
La negativa de Trump a dejar a su número dos del gobierno venezolano y la expiración del plazo sin que Maduro hubiera dejado el poder precipitó la declaración de Trump en la que anunció el sábado el cierre del espacio aéreo venezolano.
Según Reuters, el aviso de Trump de cerrar el espacio aéreo, ante lo que podría ser un ataque inminente, llevó a Maduro a gestionar una segunda llamada con el presidente de EE.UU., pero, de momento, no hay noticias de que haya ocurrido.
Lo que sí ocurrió fue la reunión este lunes de Trump con su equipo de “halcones” para decidir el futuro de Venezuela. En la reunión participaron el secretario de Guerra, Pete Hegseth; el secretario de Estado, Marco Rubio; el jefe del Estado Mayor, general Dan Caine; la jefa de Gabinete, Susie Wiles; así como el principal asesor de política interna, y bestia negra de los inmigrantes, Stephen Miller.
No trascendió lo acordado en la reunión, pero la alerta para que no crucen aviones el espacio aéreo venezolano sigue vigente.