
Donald Trump vuelve a liberar a delincuentes convictos, pero afines a su persona o ideología. El expresidente hondureño, condenado a 45 años de cárcel por introducir “toneladas de cocaína” en Estados Unidos, es desde este martes un hombre libre gracias al indulto que le concedió el mandatario estadounidense. Se une así a los cientos de personas indultadas por el republicano, como su exasesor Steve Bannon, acusado de enriquecerse con una organización que pedía donativos para construir el muro, o los que cometieron el asalto al Capitolio para revertir la victoria de Joe Biden.
Hernández, de 57 años, fue extraditado en abril de 2022 a Estados Unidos, donde en marzo de 2024 fue sentenciado a 45 años de prisión por tres cargos de narcotráfico y armas, más cinco años de libertad vigilada y una multa de ocho millones de dólares. Su hermano, el exdiputado hondureño Tony Hernández, sigue cumpliendo en EE.UU. cadena perpetua por narcotráfico, tráfico de armas y pertenencia a organización criminal.
Trump anunció que pensaba indultarlo tras asegurar que el Gobierno del expresidente Joe Biden “tendió una trampa” al exmandatario hondureño, que gobernó el país entre 2014 y 2022, y que pertenece al mismo partido conservador del candidato Nasry Asfura, quien pelea voto por voto la Presidencia, tras encontrarse virtualmente empatado con otro candidato derechista, Salvador Nasralla.
Carta a “su excelencia”
La decisión de liberar a Hernández ha generado críticas de varios sectores que consideran que el indulto debilita la lucha contra el narcotráfico, mientras defensores señalan irregularidades en el juicio y denuncian persecución política.
Hernández pidió ser indultado por Trump con una carta en la que lo elogiaba y le recordaba la colaboración entre ambos países durante su primer mandato, según publica el medio Axios, que tuvo acceso a la misiva.
En la carta, según Axios, Hernández trató a Trump de “Su excelencia”, algo que pudo favorecer el perdón presidencial, en el que también pudo influir una “persistente campaña de cabildeo” desarrollada por Roger Stone, un antiguo amigo del presidente estadounidense.
El lunes, Alianza Américas, una red de más de 50 organizaciones en EE.UU. lideradas por migrantes de América Latina y el Caribe, mostró su indignación por el indulto anunciado por Trump el viernes pasado.
“El presidente parece considerar la administración de justicia no como un proceso institucional propio de los Estados Unidos de América, sino como algo sujeto a su voluntad personal“, advirtieron las organizaciones.
“Indultar a Hernández debilita los esfuerzos contra el narcotráfico en América Latina y en Estados Unidos y transmite el mensaje de que no todos son iguales ante la ley”, indicaron.