
Este viernes 19 de diciembre, el cometa interestelar 3I/ATLAS pasará por su punto más cercano a nuestro planeta, generando múltiples expectativas sobre lo que se podrá observar. Ahora, previo a este suceso, los científicos y estudiosos de este particular objeto han señalado que mantiene una “anticola” muy poco común en este tipo de cuerpos cósmicos.
¿Qué son las anticolas y por qué se producen?
Las “anticolas” de los objetos estelares como los cometas son líneas se producen con dirección hacia el sol y que se encuentra en dirección opuesta a la “cola” original que va dejando en su paso. En realidad se trata de una ilusión óptica generado por partículas de polvo y gas.
La parte inusual con este cometa 3I/ATLAS es que la anti-cola es altamente observable, contrario con lo que ocurre normalmente con otros cuerpos estelares de este tipo, cuyas “anti-colas” son tan tenues que se vuelven prácticamente inobservables.
Un especialista de la universidad de Harvard señala que esta anti-cola tan marcada podría deberse a una situación tecnológica, ya que su posición geométrica actual es altamente improbable de forma natural.
¿La anticola del Cometa 3I/ATLAS está alineada artificialmente?
Desde hace meses, se observó que la anticola del Cometa 3I/ATLAS ha sido uno de sus elementos más notables y se ha calculado que la base del chorro está orientada a menos de ocho grados de los polos asociados con el eje de rotación aún después de que el lado que antes miraba al Sol ahora estaría en el lado nocturno.
La nueva anomalía se relaciona con la baja probabilidad de que el eje de rotación del núcleo de 3I/ATLAS esté alineado con una desviación de 8 grados respecto a la dirección del Sol, cuando el objeto interestelar se aproximaba al Sol a una distancia heliocéntrica superior a 5 veces la separación Tierra-Sol.
La probabilidad de que dicha alineación se produzca aleatoriamente es de 0,005%. De no ser por esta alineación especial, el chorro anticola hacia el Sol habría estado orientado en un ángulo mucho mayor respecto al eje de rotación y habría mostrado una oscilación en el ángulo de posición mucho mayor que el valor observado de 8 grados.
De acuerdo con el propio Loeb, la pregunta primordial ante esta situación es: ¿por qué la presión de la radiación solar/viento no la amplía o la aleja? y asegura que una nave tecnológica podría tener una razón para alinear el flujo de salida en la dirección del Sol, al tiempo que enfatiza que no tenemos imágenes de alta resolución cerca del perihelio para demostrar el mecanismo.