
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este lunes en Florida con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en un encuentro clave para intentar empujar la segunda fase del frágil plan de tregua en la Franja de Gaza, que sigue sin arrancar por desacuerdos de fondo entre Israel y Hamás.
La cita, realizada en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, fue la quinta entre ambos líderes en territorio estadounidense en lo que va del año. Desde el arranque, el mandatario norteamericano dejó clara su postura, para avanzar en el proceso de paz; Hamás debe entregar las armas. “Tiene que haber un desarme”, insistió Trump, luego de que el brazo armado del grupo islamista reiterara que no renunciará a su arsenal.
Netanyahu respondió con elogios al presidente estadounidense, al afirmar que “nunca hemos tenido un amigo como Donald Trump en la Casa Blanca” y respaldó la exigencia de que Gaza quede desmilitarizada como condición para pasar a la siguiente etapa del acuerdo.
Desde Washington existe preocupación de que tanto Israel como Hamás estén retrasando de manera deliberada la implementación de la segunda fase del alto el fuego, vigente desde octubre y aplicado solo de forma parcial.
Esa primera etapa incluyó un cese de hostilidades y la liberación de la mayoría de los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre de 2023, aunque estuvo marcada por acusaciones mutuas de violaciones al acuerdo.
Trump dijo sentirse orgulloso de la liberación de casi todos los rehenes y aseguró que ese resultado fue posible gracias a su intervención y la de su equipo. También advirtió que Hamás “lo pagará caro” si no se desarma en un plazo corto, como contempla el plan de paz.
En la agenda del encuentro también pesó el tema de Irán. Trump advirtió que si Teherán intenta reconstruir sus instalaciones nucleares, Estados Unidos las “derribaría”, además de esta dispuesto a apoyar un eventual ataque de Israel si Irán continúa con su programa de misiles y armas nucleares. No obstante, aclaró que no busca un cambio de régimen, aunque subrayó la grave crisis económica interna que enfrenta el país persa.
El presidente estadounidense minimizó las versiones sobre tensiones personales con Netanyahu y lo calificó como “un primer ministro en tiempos de guerra”, al señalar que, sin su liderazgo tras los ataques de Hamás en 2023, Israel “tal vez ya no existiría”.
Reunión previa: Netanyahu con Marco Rubio
Previo a la reunión con Trump, Netanyahu sostuvo encuentros en Florida con el secretario de Estado, Marco Rubio y con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, como parte de una intensa agenda diplomática enfocada en seguridad regional. Israel ha dejado claro que no avanzará a la segunda fase del acuerdo mientras Hamás no entregue el cuerpo de Ran Gvili, el último de los fallecidos que aún no ha sido devuelto.
De acuerdo con medios estadounidenses, Trump busca anunciar en enero la conformación de un gobierno tecnocrático que sustituya a Hamás en Gaza, así como el despliegue de una fuerza internacional de estabilización en el enclave, un punto que considera clave para evitar una reanudación del conflicto.
En medio de los elogios mutuos, Netanyahu adelantó que otorgará a Trump el Premio Israel por su “tremenda contribución a Israel y al pueblo judío”, un reconocimiento que, según dijo, nunca antes se había entregado a una persona no israelí.
Mientras tanto, el futuro de la tregua en Gaza sigue en el aire, atrapado entre la exigencia del desarme de Hamás, la negativa del grupo islamista a ceder y la presión de Estados Unidos para evitar que el acuerdo se quede estancado