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El desalojo del expresidente Hu en el Congreso del PCCh escenifica el poder total de Xi

El cónclave del régimen comunista baja el telón con la elección de los 205 integrantes del Comité Central y queda a la espera del anuncio, este domingo, de los 25 integrantes del Politburó y de los 7 del Comité permanente

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Hu Jintao parece pedir explicaciones a Xi Jinping tras recibir la orden de desalojo del XX Congreso del PCCh, este sábado en Pekín.

Hu Jintao parece pedir explicaciones a Xi Jinping tras recibir la orden de desalojo del XX Congreso del PCCh, este sábado en Pekín.

EFE / EPA / Mark R. Cristino

En un régimen que todo lo controla, que todo lo puede y que todo lo escenifica, la excepcional imagen del desalojo por la fuerza del expresidente Hu Jintao de las primeras filas del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) agarró a todo el mundo por sorpresa.

En un aparato político en el que nada ocurre por casualidad y en el que Xi y sus acólitos han ido acumulando poder de forma tan paulatina como calculada, hasta convertirse en la facción del PCCh que más poder concentra desde los tiempos de Mao Tse Tung -y así lo explicita la Constitución china al enaltecer el “pensamiento de Xi”, ya así, sin matices ni más explicaciones-, el desalojo de Hu se presta a todo tipo de sospechas.

A lo largo del día, la versión oficial de lo sucedido, que dio la prensa oficial, fue que Hu "no se sentía bien y su personal le acompañó a otra habitación para que descansara", según detalló la agencia Efe. Y más de diez horas de silencio tras el suceso, la agencia estatal Xinhua aseguró en Twitter, red prohibida en China y por tanto en un claro mensaje dirigido al extranjero, que Hu había "insistido" en asistir a la sesión de clausura "pese a que últimamente ha necesitado tiempo para recuperarse".

"Cuando hoy no se estaba sintiendo bien durante la sesión, su personal, por su salud, le acompañó a una habitación contigua para que descansara. Ahora está mejor", indicó el tuit, sin dar más explicaciones.

Lo cierto es que Hu, de 79 años, apareció recientemente con el pelo gris, algo raro en la historia de los líderes del PCCh, que siempre se han teñido las canas. Aunque se ha especulado con que esto podría ser sintomático de alguna enfermedad, también es cierto que, bajo el mandato de Xi, el destierro de los cabellos blancos ha retrocedido en el poder chino.

En cualquier caso, de ser cierto que al expresidente lo retiraron por motivos de salud, esto sucede en un contexto en que, por una parte, el propio Hu apareció desorientado y sorprendido por lo que estaba sucediendo; no parecía muy dispuesto a ausentarse para descansar. Y, además, habría sido un traspiés en el prtocolo, pues podrían perfectamente haberle impedido participar en la sesión y ahorrarse la escena en público.

La defenestración de los aperturistas

Esto, por tanto, anima a especular con que, en un régimen donde todo está coregrafiado, nada sucede por casualidad y mucho menos sin que Xi lo sepa y lo apruebe, el desalojo de Hu Jintao fue una muestra de músculo por parte de Xi y sus aliados.

Hu, quien lideró el país entre 2002 y 2012, justo antes de la llegada de Xi Jinping, ha liderado una facción algo más liberal, abierta al mercado y a la sociedad civil, como se apreció con el desarrollo de China durante su mandato. Hu logró colocar a su amigo Li Keqiang como vicepresidente de Xi cuando dejó el poder, y el presidnete lo mantuvo en el cargo en 2017, quizás como deferencia hacia su antecesor.

Xi Jinping y otros miembros del Politburó del PCCh se levantan junto a la silla que quedó vacía tras el desalojo del expresidente Hu Jintao, este sábado 22 de octubre en Pekín.

Xi Jinping y otros miembros del Politburó del PCCh se levantan junto a la silla que quedó vacía tras el desalojo del expresidente Hu Jintao, este sábado 22 de octubre en Pekín.

EFE / EPA / Wu Hao

Sin embargo, antes de este XX Congreso Nacional Li ya anunció que se retiraba, una vez superada la edad de 67 años en que, según una norma no escrita, todos los miembros del Partido deben retirarse -todos, excepto Xi Jinping, que repetirá en un tercer mandato a los 69 años.

La retirada de Li -y también y por la misma razón la del viceprimer ministro Wang Yang, también aliado de Hu- es también la salida del primer plano político de la facción aliada de Hu, cada vez más arrinconada ante el creciente poder de los aliados de Xi Jinping. La presencia de Hu en el Congreso, una muestra de respeto ante las figuras históricas del PCCh, podría haber servido también para escenificar el ascenso definitivo al poder del xiísmo, con este histórico tercer mandato que elvará al presidente a los niveles de Mao Tse Tung, y la defenestración de las discrepancias dentro del Partido.

Sin embargo, de ser este el caso se trataría de algo insólito en la historia moderna de China que, de la mano del PCCh, siempre ha tratado de representar las purgas detrás de las bambalinas, con arrestos en privado. En todo caso, también se debería esperar que en las próximas semanas o meses se anuncien cargos contra Hu, quizás bajo alguna acusación por la corrupción que campó a sus anchas durante sus dos mandatos presidenciales.

A la espera del nuevo Politburó

Entre tanto, el PCCh concluyó su XX Congreso Nacional este sábado con la elección formal de los 205 integrantes del Comité Central del PCCh. El país entero queda ahora a la espera de que este domingo se anuncien también los 25 miembros del Politburó, que elige el Comité Central, y tambie´n los 7 o 9 integrantes del poderoso Comité permanente del Politburó, donde se espera que Xi blinde su poder.

La única esperanza para la facción de Hu es que otro viceprimer ministro, Hu Chunghua, pueda entrar en el Comité permanente, aunque se considera que las posibilidades son escasas.

Una pantalla gigante muestra escenas del discurso de Xi Jinping en el XX Congreso Nacional del PCCh, este sábado 22 de octubre en Hong Kong.

Una pantalla gigante muestra escenas del discurso de Xi Jinping en el XX Congreso Nacional del PCCh, este sábado 22 de octubre en Hong Kong.

EFE / EPA / Jerome Favre

Otra muestra del poder acumulado es la inclusión en los estatutos del PCCh de una enmienda que actualiza y amplía la teoría política del presidente chino instando a la militancia a "comprender a fondo" el significado "decisivo" de su posición como "núcleo del Partido" y a "aplicarlo en todos los aspectos".

La expectación gira ahora en torno a quiénes acompañarán al mandatario durante el próximo quinquenio, y si en la nueva cúpula figurará algún potencial delfín.

Los nuevos miembros del todopoderoso Comité Permanente del Politburó serán presentados en sociedad este domingo, en otro acto paralelo tras una semana de reuniones a puerta cerrada en un Pekín blindado y bajo fuertes restricciones para los periodistas debido a las draconianas medidas contra la COVID-19.

Con información de EFE.