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Exagente de la DEA expone alianza entre cárteles mexicanos y “blanqueadores” chinos de EU

La mafia china facilita los dólares “lavados” a chinos que luego lo gastan en EU en inmuebles o matrículas de universidades

lucha contra el narcotráfico

Policías a la entrada del barrio chino de San Francisco

Policías a la entrada del barrio chino de San Francisco

EFE

Un exagente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) expuso este miércoles en el Congreso la alianza entre los cárteles mexicanos del narcotráfico e intermediarios chinos, que les ayudan a blanquear el dinero obtenido de manera ilegal con la venta de drogas.

La comparecencia de Christopher Urben ante el Comité de Vigilancia y Rendición de Cuentas de la Cámara Baja estadounidense sirvió para poner en evidencia el papel que juegan organizaciones criminales chinas en el enriquecimiento de los cárteles mexicanos.

"El actual modelo chino de lavado de dinero implica a participantes de al menos tres países: Estados Unidos, China y México", apuntó Urben, exagente especial adjunto al frente de la División de Operaciones Especiales de la DEA.

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Lucro por venta de fentanilo y otras drogas

Según su testimonio, esos intermediarios chinos, "corredores de dinero" que se encuentran en Estados Unidos, recogen cada día las ganancias procedentes de las ventas de fentanilo, heroína, cocaína y metanfetamina. Reciben esas ganancias en efectivo de una banda de distribución de drogas que debe ese dinero al cartel mexicano.

El intermediario chino facilita posteriormente los dólares estadounidenses a clientes chinos que quieren gastar dinero en Estados Unidos, ya sea mediante la adquisición de bienes inmuebles, el pago de matrículas universitarias u otro tipo de inversiones.

Esquema difícil de rastrear

El cliente chino habrá pagado en China por el efectivo que recibe en Estados Unidos, y esos ingresos en China se usan para comprar bienes que serán exportados a México o América del Sur, donde serán vendidos por intermediarios chinos en México para recuperar sus fondos.

Todo este engranaje, en el que median distintas comisiones, es posible según Urben gracias a comunicaciones electrónicas encriptadas que permiten las transacciones al momento.

El antiguo miembro de la DEA, que estuvo más de dos décadas en esa agencia, apuntó que este sistema es difícil de detectar porque "minimiza el movimiento de fondos: los dólares no salen de Estados Unidos, los pesos de México y los renminbis de China".

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