La presidenta se pronunció respecto a las recientes redadas autorizadas por el presidente Donald Trump contra los connacionales en Estados Unidos, señalando que la disminución de la migración está vinculada principalmente a una mejor calidad de vida en los países de origen.
Destacó que los migrantes latinos, hispanos y mexicanos llevan más de 15 años contribuyendo en Estados Unidos, un país que depende de su mano de obra para diversas actividades económicas. Por ello, la postura oficial es clara: defender siempre a los migrantes.
La mandataria subrayó que la solución al fenómeno migratorio no se encuentra en las redadas ni en el uso de la violencia, sino en la implementación de una reforma migratoria integral que reconozca el papel fundamental que desempeñan los migrantes en la sociedad estadounidense.
Además, hizo un llamado a los connacionales para evitar acciones violentas y privilegiar manifestaciones pacíficas como forma de expresión.
Finalmente, solicitó al gobierno de Estados Unidos establecer una reforma migratoria integral que garantice los derechos y el reconocimiento de los migrantes, en beneficio tanto de ellos como de la sociedad en general.