El virus del SARS-CoV-2 sigue en evolución y la nueva variante LP.8.1., atrajo la atención de las agencias EMA, OMS y la FDA debido a su crecimiento significativo en el mundo y al tratarse de una variante más contagiosa.
Las personas que viven con diabetes mellitus y padecimientos cardiovasculares pueden estar en mayor riesgo de complicaciones.
El doctor Francisco Moreno, director del programa COVID-19 en el Centro Médico ABC y director de Medicina Interna del mismo instituto explicó que la clasificación de variantes sirve como una herramienta clave para alertar a los países sobre la aparición de nuevas sub variantes del SARS-CoV-2 con propiedades preocupantes, que puedan significar un riesgo importante sobre todo para personas susceptibles.
Este análisis, abundó, permite saber características de las nuevas cepas, como la LP.8.1 que se encontró que es más contagiosa y desciende de la JN.1. que predominó durante 2024.
Enfermedades metabólicas, principal causa de muerte
Al respecto, recordó que en nuestro país las enfermedades metabólicas se han convertido en la principal causa de mortalidad y un factor clave implicado en el desarrollo de COVID-19 grave.
Detalló que pese a que primero se identificó a la variante NB.1.8.1que había salido de China, fue la LP.8.1. la que despertó interés de las principales organizaciones de salud del mundo como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que en conjunto determinaron que las nuevas vacunas para la temporada invernal 2025-2026 deben estar diseñadas para proteger contra esta variante .
Ello, debido a que los casos de contagios con esta última variante ha registrado un importante crecimiento a nivel mundial, 70% de circulación, y tiene cambios genéticos que pueden permitir que el virus se propague más fácilmente y suponga un mayor riesgo para la salud humana.
Al respecto, el especialista señaló que en nuestro país el riesgo de contagio puede ser un mensaje de alerta para quienes viven con algún trastorno metabólico crónico, sobre todo, si se toma en cuenta que en el primer semestre del 2024 las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial que afecta a 29.9% de las personas, y la diabetes se consolidan como las dos principales causas de muerte en México, que en conjunto significan 158,696 fallecimientos.
Aunado a lo anterior, está otro factor de riesgo, que es la obesidad (presente en el 36.9% de las personas adultas), y puede significar desarrollar complicaciones por COVID-19, además de que hasta 35% de los adultos tienen síndrome metabólico, con alta incidencia en personas mayores de 60 años, que en el país suman 16.5 millones, lo cual significa que el número de personas que podrían estar en riesgo de desarrollar complicaciones por COVID-19 es muy amplio.
Mencionó además, que también los cambios en el sistema inmunitario innato de los pacientes de edad avanzada con COVID-19 pueden reducir la capacidad de la eliminación de patógenos, lo que les hace más vulnerables a este virus, lo que en casos graves puede provocar más complicaciones o muerte.
En cuanto a la vacunación, recordó que los biológicos deberían aplicarse a la población general, pero con especial énfasis en grupos vulnerables como: adultos mayores, personas con enfermedades metabólicas.
Subrayó que contar con vacunas actualizadas puede ser la diferencia y en el caso de COVID-19, la innovación médica permite estar alineados con las recomendaciones de las principales autoridades sanitarias del mundo y proporcionar una protección segura y efectiva para aquellos que más lo necesitan, subrayó.