La severa ola de calor provocada por la canícula ha sumido en una profunda crisis a los productores de maíz de las regiones Costa, Soconusco y Frontera Sur del estado de Chiapas. Las altas temperaturas, combinadas con la escasez de llevias, han dañado gravemente los cultivos, generando pérdidas económicas cuantiosas y exacerbando la ya frágil situación del campo mexicano.
De acuerdo con líderes agrícolas locales, el impacto ha sido devastador. En comunidades rurales como Mapastepec, Huixtla, Tapachula y Suchiate, las milpas presentan signos de marchitez, retraso en el desarrollo de las plantas y bajo rendimiento, lo que compromete la cosecha de temporada. Agricultores señalan que más del 60% de sus parcelas ha sido afectado, en algunos casos con pérdidas totales.
El maíz es el cultivo base en la dieta de millones de mexicanos, y Chiapas figura entre los estados con mayor superficie sembrada en el sur del país. La pérdida de la producción local podría elevar los precios del grano en mercados regionales y nacionales, al tiempo que incrementa la dependencia de importaciones.
La autosuficiencia alimentaria está en riesgo si no se toman medidas urgentes. No se trata solo de los campesinos, sino de todo el país.