La imagen y el éxito de Los Ángeles Azules, uno de los grupos de música popular con mayor resonancia en México y el mundo, penden de un hilo por diversos juicios y litigios en su contra relacionados con violaciones a derechos de autor, abusos y plagios.
Se trata de una larga batalla, un camino legal de más de diez años emprendido por el compositor y maestro en música Eduardo Flores Aguirre, quien asegura ser el autor de los arreglos orquestales y corales de diez de las melodías más reconocidas entre el público, grabadas con orquesta para los álbumes Cómo te voy a olvidar (2013) y de Plaza en plaza: cumbia sinfónica (2016), los cuales catapultaron a la agrupación a niveles insospechados.

En las demandas se señala también a la distribuidora Sony Music y a una persona clave en el entramado: Odilón Chávez Silva, quien se ostentó en los discos referidos como el arreglista.
El caso encierra no sólo faltas contempladas en la Ley Federal de Derechos de Autor y otras normas y convenios nacionales e internacionales, sino una historia de atropellos en contra del intelecto y la creatividad de jóvenes promesas, tan recurrentes en el ámbito artístico.
PRUEBAS. El testimonio de Flores es respaldado por una fe de hechos de un notario público (Miguel Morán Moguel, número 47 de la Ciudad de México), la cual acredita la entrega electrónica de las partituras de dichos arreglos en formato de PDF y sin opción a ser modificados. También, por un dictamen pericial en materia musical practicado por una especialista de la Facultad de Derecho de la UNAM y del Conservatorio Nacional de Música, el cual corroboró, nota por nota, que las partituras enviadas son las mismas escuchadas en los discos. Además de declaraciones de testigos, así como audiogramas y videogramas involucrados.
Todos estos elementos han sido integrados como medios de prueba en los distintos procesos iniciados por Flores y su equipo de abogados, tanto por la vía administrativa como penal y civil.
Aunque la carpeta FED/FECOC/UEIDDAPI-CDMX/0003462/2022 por el presunto delito de plagio se encuentra en proceso de investigación, la demanda civil es hoy la más firme. Fue admitida desde el año pasado por el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil de la CDMX, a cargo del juez Horacio Nicolás Ruiz Palma. A partir de entonces se ha comenzado a notificar a todos los involucrados, aunque el blindaje de la fama y las negativas personales han obstaculizado esta tarea. Hasta ahora han sido vinculados a juicio la compañía Sony Music y José Alfredo Mejía Avante, uno de los integrantes del grupo (los otros son los hermanos Jorge, Elías, José Hilario, María Cristina y María Guadalupe Mejía Avante).
El juez está por autorizar el emplazamiento del resto de los señalados mediante edictos publicados en el Diario Oficial de la Federación y diarios de circulación nacional.
“La notificación ha sido muy difícil, se le pidió al juez hacer una búsqueda de domicilios de todos los demandados, se consiguieron los oficiales registrados en el INE y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se logró notificar en su domicilio al señor José Alfredo, pero en los demás casos hubo rechazo: que no se recibiría nada, que eran sus casas y no despachos de abogados, que ahí no vivían, que sólo estaban las ex parejas, en fin, por eso el aviso se hará público a la brevedad”, indicó en entrevista con este diario Arturo Flores Albor, abogado del demandante.
-¿Cuál fue la respuesta inicial de José Alfredo Mejía Avante? -se le cuestionó.
-Él recibió los papeles y contestó en el término: no negó los hechos, sólo refirió que si el verdadero autor de los arreglos era otro, que lo determinara el juez, porque él sólo era simple ejecutante de la música.
LEYES. Conforme al artículo 21, fracción II de la Ley Federal del Derecho de Autor, “los titulares de los derechos morales podrán en todo tiempo: exigir el reconocimiento de su calidad de autor respecto de la obra por él creada”, mientras el artículo 78 establece: “Las obras derivadas, tales como arreglos, ampliaciones, traducciones, adaptaciones, colecciones y transformaciones de obras literarias o artísticas, serán protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho patrimonial sobre la obra primigenia, previo consentimiento del titular del derecho moral”.
Los arreglos en discordia corresponden a las canciones El listón de tu pelo, Juventud, Cómo te Voy a olvidar, Mis sentimientos, Entrega de amor, 17 años, Mi niña mujer, 20 rosas, Las maravillas de la vida y La cadenita.
Según la pericial en música, una de las pruebas esenciales en el expediente, “se concluye que los arreglos orquestales y corales relativos a las diez composiciones musicales interpretadas por Los Ángeles Azules -en los dos discos ya descritos- corresponden plenamente con los arreglos orquestales y corales elaborados por Eduardo Flores Aguirre”.
TRAMA. El abogado Flores Albor explicó a este diario los detalles de la trama:
“En 2011 el compositor Eduardo Flores conoció a Odilón Chávez en la Sociedad de Autores y Compositores de México. Este tipo, que presume muchos contactos, se da cuenta del talento de Eduardo para escribir música y hacer arreglos. Lo invita a realizar los arreglos orquestales de dos películas: El cielo en tu mirada y Chiapas: el corazón del café. Todo sale muy bien, aunque en los créditos de las cintas, sin haber hecho nada, Odilón pone su nombre junto al de Eduardo, desde ahí ya se percibía su mal actuar”.
“En 2013 el tal Odilón le pide ayuda otra vez para nuevos arreglos, esta vez de canciones de Los Ángeles Azules, dijo que eran sus amigos y que supuestamente las interpretarían en un único concierto. El grupo toca cumbia a su estilo, pero si bajas las melodías a una partitura, un director de orquesta no podría ejecutarlas, se requiere un arreglo para ser ejecutadas en orquesta. En abril de 2014, viendo un programa de televisión, Eduardo se entera que Los Ángeles sacaron un nuevo disco que ya era comercializado, cuando lo compra se da cuenta de que son sus arreglos, y en los créditos aparece Odilón Chávez Silva. En el video sale hasta dirigiendo la orquesta, cuando ni músico es”.
-¿Qué vías legales se han transitado?
-Propuse en 2021 agotar un procedimiento administrativo ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor, para que el problema se resolviera de manera amigable, pero siempre hubo trabas para la notificación; se intentó por medio de OCESA, que aparece en los discos como representante, se quedaron con las pruebas más de una semana y luego las regresaron a Indautor, deslindándose; estamos seguros que desde entonces los integrantes del grupo se enteraron del caso. Se intentó notificarles en un concierto en el Auditorio, pero se negaron. La vía penal, ante la FGR, sigue latente, pero tampoco ganamos nada con meterlos a la cárcel, la prioridad de mi cliente es que se le reconozca como autor, por eso la demanda civil, que camina con solidez.
-Si tienen identificado a Odilón Chávez como el plagiador, ¿por qué demandar a Los Ángeles Azules? -se le cuestionó.
-Fue el grupo el que le concedió a Odilón el crédito orquestal y coral como su arreglista cuando no escribe música. No han tenido el interés de cerciorarse de la verdadera autoría. Hay un encubrimiento. Han sido esquivos, evasivos, a pesar de estar enterados. Si alguien atentó contra su honorabilidad, ¿por qué no lo han afrontado? Están subestimando la acción jurídica. Carecen de fortaleza moral para aclarar el asunto, e impedir que se ponga en duda su honorabilidad.
-¿Qué repercusiones jurídicas se prevén?
-Si no desvirtúan los hechos y el juez falla a favor de Eduardo, Los Ángeles tendrán que reconocerlo públicamente como su arreglista y eso deberá quedar asentado en un contrato, no podrán seguir ejecutando ni explotando su música sin el consentimiento de Eduardo. Y Sony tendrá que cancelar los contratos de distribución para replantearlos con el reconocimiento a Eduardo, se lo merece por la larga lucha que ha dado…