
Bayron Sánchez, conocido artísticamente como B-King, viajó a Ciudad de México para internacionalizar su música urbana. En redes sociales compartió su entusiasmo por lo que describía como “un nuevo comienzo”. Sin embargo, en su paso por México terminó desaparecido y posteriormente fue encontrado muerto.
El 16 de septiembre, tras asistir a un gimnasio en Polanco, desapareció junto con su colega Regio Clown. Sus cuerpos fueron encontrados en Cocotitlán, Estado de México. La Fiscalía local abrió una investigación por homicidio, aunque hasta ahora no hay claridad sobre las circunstancias del crimen.
B-King y su vínculo con el Clan del Golfo
La historia personal del cantante estaba marcada por un parentesco incómodo. Su tío Camilo Torres Martínez, alias “Fritanga”, es una figura central del Clan del Golfo.
En 2022, en una entrevista televisiva, B-King reconoció públicamente ser sobrino de “Fritanga”, a quien describió como alguien muy cercano en su vida personal. Recordó incluso que presenció su captura en 2012, en una boda de lujo en la isla de Múcura. “Fue muy duro, yo tenía 18 años y entraron con armas largas, había menores de edad”, relató.
Alias “Fritanga” fue extraditado a Estados Unidos por narcotráfico, regresó a Colombia tras cumplir condena y permanece vinculado a procesos judiciales. Su nombre es inseparable de la historia del Clan del Golfo, estructura que hoy sigue expandiéndose pese a las capturas de sus líderes.
Si bien B-King es sobrino de un narcotraficante, el artista nunca estuvo ligado a la actividad criminal y su vínculo hasta el lo que se sabe de manera oficial sólo se limitó a lo familiar.
El Clan del Golfo: una maquinaria criminal
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, no es un cartel tradicional. Es una maquinaria criminal con disciplina militar, presencia territorial y capacidad económica que lo convierten en el mayor desafío para el Estado colombiano.
Actualmente cuenta con unos 10 mil integrantes. Su presencia se extiende en más de 300 municipios de Colombia, controlando rutas de narcotráfico, minería ilegal y extorsiones.
El 8 de agosto, tras tres años de intentos fallidos, el presidente Gustavo Petro anunció la reapertura de una negociación de paz con este grupo, en Catar. Sin embargo, el proceso no ha detenido su ofensiva armada ni su influencia transnacional.
Esa doble realidad —la mesa de diálogo en el extranjero y la violencia que no cesa en los territorios— refuerza la magnitud del problema. El Clan del Golfo sigue operando como una multinacional criminal, capaz de proyectar sus tentáculos hasta escenarios que podrían traspasar su país.
Petro fija postura sobre muerte de B-King
Tras confirmarse la muerte de B-King, el presidente Petro fue categórico: “Asesinaron nuestra juventud en México. Más jóvenes sacrificados por una guerra contra las drogas que no es una guerra contra el narcotráfico”, escribió en X.
Mientras las autoridades mexicanas investigan, la familia del cantante insiste en que su historia fue la de un joven que quiso construir un camino propio en la música, lejos del peso de un apellido ligado al narcotráfico.
Su último mensaje en Instagram, horas antes de desaparecer, lo mostraba con ilusión: “Vamos a romper en México, se vienen cosas grandes”.