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El NYT revela que altos funcionarios del partido ‘de los pobres’ en México presumen propiedades de lujo

El partido de los pobres tiene ricos: el New York Times exhibe a Andy, Adán y Noroña

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Andrés Manuel López Beltrán Andrés Manuel López Beltrán (CUARTOSCURO)

En un artículo reciente publicado el 4 de octubre, The New York Times titulado “An Embarrassment of Riches for Mexico’s Party of the Poor”, de este 4 de octubre de 2025, analiza con dureza la paradoja que enfrenta el partido Morena, autoproclamado “el partido de los pobres”, al revelar que sus funcionarios ocupan propiedades de lujo, colecciones de arte y estilos de vida que colisionan con su discurso de austeridad y equidad social.

La pieza del periódico estadounidense sostiene que detrás del discurso populista hay una élite en el poder con ingresos y bienes que “avergüenzan” al partido que pretende representar a los desfavorecidos. En México, este tipo de cuestionamientos tienen un peso político significativo en un entorno donde las desigualdades sociales y la percepción de corrupción persisten como desafíos centrales.

¿Qué señala el artículo del NYT?

Según The New York Times, algunas de las revelaciones más destacadas incluyen a funcionarios y exfuncionarios cercanos al partido han declarado o poseído inmuebles, terrenos o colecciones artísticas cuyo valor excede lo que su cargo público justificaría. Además de que las declaraciones patrimoniales muestran discrepancias entre su capacidad oficial y sus posesiones privadas, lo que ante la vista del medio extranjero se convierte en una suerte de “exhibición incómoda” de riqueza.

El contraste entre la retórica de austeridad (una de las banderas de Morena) y el estilo de vida ostentoso de ciertos miembros alimenta la narrativa de que la “cuarta transformación” no ha erradicado por completo las viejas prácticas de los políticos tradicionales.

El NYT sugiere que este desfase no es solo simbólico sino estructural: cuando el discurso de austeridad convive con el enriquecimiento de élites emergentes, la credibilidad política peligra.

Desde su campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador ha promovido la idea de que el poder público debe reducir gastos superfluos, limitar privilegios y equiparar al funcionario con el ciudadano promedio. El proyecto de la “Cuarta Transformación” (4T) se reproduce en ese ideal de reducción de desigualdades simbólicas y materiales en la estructura del Estado.

Sin embargo, cuando figuras cercanas muestran propiedades lujosas u obras de arte costosas, ese discurso entra en tensión. Los adversarios lo presentan como hipocresía o doble moral.

Sociedad civil y medios independientes esperan que estos casos no queden impunes y exigen transparencia efectiva, auditorías, seguimiento judicial y sanciones cuando correspondan.

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