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Vivienda no es solo un techo, es punto de partida donde se teje la vida comunitaria, forman los sueños y construye futuro de ciudades, señala Luis Arriaga

Apostar por Vivienda Digna es construir Sociedades más Justas y sostenibles: Ibero

Vivienda no es solo un techo, es punto de partida donde se teje la vida comunitaria, forman los sueños y construye futuro de ciudades, señala Luis Arriaga — “La falta de una vivienda digna incide directamente en la calidad de vida, en la cohesión social y en la posibilidad de construir comunidades sostenibles”, dijo el Rector de la Universidad Iberoamericana, Luis Arriaga Valenzuela.

Añadió que el impacto de la vivienda en la vida de las personas no se limita a la infraestructura física, porque es a partir de esta que se tejen lazos sociales, se organiza el mapa de traslado a centros educativos o laborales, o se crean los imaginarios urbanos, las percepciones compartidas que la gente tiene de su ciudad.

“Además, y con mayor frecuencia, constituye el modelo primario, y quizá el más significativo, de interacción entre la flora, la fauna urbana y las personas”, indicó.

El Rector de la Ibero expresó lo anterior en su colaboración especial para la reputada Revista IBERO, ‘Arquitectura y hábitat: la vivienda como derecho humano’.

Consciente de la importancia de la vivienda, en 1985 la Asamblea General de la ONU declaró el primer lunes de octubre como Día Mundial del Hábitat, atendiendo a una recomendación de la Comisión de Asentamientos Humanos.

Arriaga Valenzuela recordó que su objetivo es reflexionar sobre el estado de las ciudades y reconocer los esfuerzos de organizaciones e individuos que contribuyen a mejorar las condiciones habitacionales.

Reveló que en 1997, la Unión Internacional de Arquitectos se sumó a la iniciativa, e instituyó el Día Mundial de la Arquitectura en la misma fecha; “esta conmemoración refuerza la necesidad de pensar la vivienda como un derecho humano y una responsabilidad compartida”.

Revista Ibero El artículo del Rector Luis Arriaga Valenzuela fue publicado en el más reciente número de la revista Ibero. (Gerardo González Acosta)

El Rector analizó a fondo el estado actual de las disparidades en el acceso a este derecho y presentó proyectos que impulsan la Universidad Iberoamericana y la Compañía de Jesús para responder a la reconstrucción tras desastres naturales, la exclusión de jóvenes que enfrentan crecientes barreras para acceder a un hogar propio, y los efectos del aumento descontrolado de los precios de la vivienda.

Alertó que “pese al progreso en la afirmación de la vivienda como derecho y en la definición de sus elementos esenciales, la crisis de habitabilidad se ha intensificado de forma alarmante en todo el mundo”.

Pérdida de Calidad Habitacional

La crisis de habitabilidad se ha intensificado de forma alarmante en todo el mundo. Según datos del Foro Económico Mundial 2024, alrededor de mil 600 millones de personas carecen de una vivienda adecuada, cifra que podría ascender a 3 mil millones en 2030.

“La escasez masiva de vivienda se agrava con el aumento sostenido de su costo, que creció más rápido que los ingresos en muchos países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”, México entre ellos, afirmó.

Añadió que el déficit habitacional y la precariedad urbana también se han vuelto problemas estructurales en América Latina.

Organizaciones internacionales como la CEPAL y la Fundación TECHO estiman que 114 millones de personas en Latinoamérica habitan en asentamientos precarios, carentes de servicios adecuados yexpuestos a riesgos ambientales.

Dijo que a esto se suma el impacto de la “financiarización del mercado inmobiliario, que concibe a la vivienda cada vez más como un activo financiero y menos como un derecho”.

Arriaga Valenzuela se refirió también a las externalidades negativas de la vivienda y los déficits cualitativos como la falta de servicios básicos, estructuras precarias y hacinamiento, persistentes debido a la lenta penetración de créditos hipotecarios y al continuo aumento de costos que compromete la capacidad de acceso a aquelos.

El Rector de la Ibero expuso informes y datos de organismos para mostrar que la vivienda no es un lujo, sino un derecho incomprendido y no ejercido por las personas; construir casas al por mayor sin planeación urbana ni calidad de vida es algo que debe evitarse en las políticas públicas habitacionales.

“Es una necesidad urgente, la región latinoamericana enfrenta la encrucijada de consolidar avances sin perder de vista la equidad, la sostenibilidad y la garantía de este derecho fundamental”, expresó.

La visión del Rector coincide con la crítica que apenas la semana pasada plantearón constructores organizadores de la Expo CIHAC, el evento de infraestructura más importante de México y Latinoaméroca, quienes señalaron la ausencia de visión gubernamental para planear ciudades y viviendas sociales con calidad habitacional, de lo cual Crónica informó puntualmente.

Alternativas Viables para Mejores Ciudades y Viviendas

Enseguida recordó que en Latinoamérica hay evidencia de alternativas viables como construcciones colectivas, estrategias de control de precios e inserción de población vulnerable a centralidades urbanas, programas universitarios de reconstrucción comunitaria, modelos de vivienda social innovadores y observatorios que inciden en la agenda pública.

Algunas de esas alternativas reconocidas por el Rector ya fueron desarrolladas en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Jesuita, de Guadalajara, Jalisco.

“Tras los sismos de septiembre de 2017 en México, universidades jesuitas como la IBERO Ciudad de México y el ITESO articularon esfuerzos con Cáritas Mexicana, la Fundación Loyola y la organización Casa y Ciudad en el Programa de Vivienda y Vida Digna en San Mateo del Mar, Oaxaca”, detalló.

Expresó que cuando dirigió la escuela jesuita, tuvo “la alegría de verlo galardonado por su capacidad de conjugar reconstrucción con respeto a la cultura local y fortalecimiento del tejido social; además de elevar la dignidad y habitabilidad, estas iniciativas marcan un camino en innovación sustentable y replicable”.

Arriaga Valenzuela resaltó el programa IBERO-Hábitat, que investiga y promueve políticas de vivienda, urbanismo justo y desarrollo sostenible.

Más allá de solo construir casas

Dijo que a través de esta línea educativa fue creado el Observatorio de Vivienda, que incide en la formulación de políticas públicas más inclusivas y en la formación de profesionales comprometidos con la justicia urbana”, no solo arquitectos constructores de casas.

Añadió que el desafío implica articular políticas públicas, acción comunitaria e investigación académica.

“En la Ibero asumimos una responsabilidad crucial en este proceso, formar profesionales con sensibilidad social, generar conocimiento que ilumine alternativas y acompañar a las comunidades más vulnerables en la defensa de sus derechos”, señaló.

Aseguró que ante la excesiva mercantilización de la vivienda y el desplazamiento de poblaciones hacia territorios más lejanos y carentes de servicios, la experiencia latinoamericana demuestra que existen alternativas viables.

Apostar por la vivienda digna es construir sociedades más justas, cohesionadas y sostenibles”, culminó.

Apostar por Vivienda Digna es construir Sociedades más Justas y sostenibles: Ibero

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