“En ‘ciudad judicial’ las actividades no se detienen. Está garantizada la seguridad para quienes dirimen aquí sus asuntos, los que más se resuelven, los penales… Aunque sí, esta seguridad debe reunir, en una interlocución, a los otros poderes de la Ciudad de México, el Ejecutivo y Legislativo, para impulsar no sólo en este tema, sino otros que están relacionados con el funcionamiento del Tribunal Superior de Justicia capitalino”, dice en entrevista con Crónica el magistrado de la Quinta Sala Penal, Arturo Eduardo García Salcedo.
A dos semanas del impacto criminal que provocó el homicidio del influyente abogado David Cohen afuera de ‘ciudad judicial’, el magistrado reconoce la detención de personas, dos masculinos, presuntamente responsables de privar de la vida al litigante.
-¿Se siente tranquilo al salir de casa para llegar al tribunal, a ciudad judicial? Hay mucho movimiento, mucha gente, escoltas que han quedado hasta rebasadas, es decir, ¿sorprendidas?
-Debo puntualizar que sí, se han dado casos muy estridentes, si te refieres a los dos más últimos hechos violentos. El del abogado David Cohen, hace un par de semanas, y el del magistrado Ramón Alejandro Sentíes, en mayo, cinco meses atrás. Son casos diferentes, pero en ambos la investigación la Fiscalía General de Justicia de la capital del país deberá dar los resultados, y hay quien puede verlos, quizá, desde distinto ángulos, pero me referiré al licenciado David Cohen, los asuntos que llevaba, su estancia en el tribunal y la intervención de quienes cometieron la agresión está en manos del Ministerio Público capitalino. En el caso de mi compañero, el magistrado Sentíes, pues también las investigaciones están vigentes, desde hace algunos meses, tras ocurrido el hecho, y de igual manera será con el resultado que la fiscalía nos dé para que ya no se hagan más conjeturas. Es necesario el esclarecimiento para tener una visión más puntual de qué fue lo que ocurrió o qué es lo que está ocurriendo en cuanto a esos dos eventos. Y yo te puedo decir que en últimas fechas se ha mejorado la seguridad y esperemos se mejore más, pero sí se debe convocar a un diálogo por este tema a los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo de la capital del país.
-Pero estos hechos y otros, otros homicidios, en vía pública, han generado críticas por fallas en las cámaras de seguridad en la ciudad, una urbe que ha invertido millones en nodos de vigilancia, de C1 pasamos a C5, ¿les diría usted a trabajadores, a abogados, a víctimas, que son las que más entran y salen, que tengan calma, que ciudad judicial cuenta con cámaras que funcionan bien?
-Yo te diría que sí hay seguridad. Las cámaras nos permitieron ver con detenimiento, desde algunos ángulos lo que ocurrió hace algunos días, y, bueno, la intervención para las detenciones fue oportuna. Pero es importante señalar que para que estas cosas, para que esta seguridad siga aumentando, para que la gente venga con más tranquilidad, si se requiere una interlocución con los otros poderes, para impulsar no sólo en este tema, sino otros que están relacionados con el funcionamiento del TSJCDMX.
-La seguridad, sobre todo, ¿no?
-Tal vez sea cuestión de estrategia. Yo diría, sobre los casos que me abordas, que son eventos con distinto ángulo. Uno es un funcionario, el otro es un abogado, pero aquí la gente camina con tranquilidad. Cuando tú das una vuelta a ciudad judicial, se acuden a los a los juzgados, a las salas, de manera regular. Ya han pasado días del caso del abogado, y aquí se transita de maneras normal.
-Magistrado, hay dos temas también relevantes. Se cumplió ya casi un mes de que el Poder Judicial integró a los juzgadores emanados ‘del pueblo’, lo digo así por referencia inmediata del voto del 1 de junio, ¿cómo va la impartición de justicia? Sé que es poco tiempo para una evaluación profunda, pero ¿hay una curva de aprendizaje muy prolongada de los nuevos juzgadores o la ciudadanía debe confiar en que no hay improvisaciones?
-Efectivamente, es poco el tiempo para evaluar el trabajo de mis compañeros magistrados. No me refiero al trabajo de los jueces, porque todavía no tengo la oportunidad de revisar alguna apelación de los jueces en mi materia, la penal. Pero te puedo decir que del acercamiento que he tenido con los magistrados que fueron electos mediante el voto popular, la mayoría de ellos, son personas que tienen muchas cualidades, que tienen capacidades jurídicas y, en simple plática, se nota que traen la voluntad de hacer un cambio en lo que se ha dicho mucho de nuestro tribunal, en favor de la ciudadanía. Lo único que veo en ellos es que les lleva tiempo el conocer cuáles son las entrañas del tribunal, los alcances de su labor, y, bueno, tienen que conocer qué es lo que sucede dentro de los inmuebles, desde el punto de vista de funcionalidad, qué cosas se pueden trabajar en equipo con los magistrados que ya estamos, integrarnos. Esta parte es muy importante, porque hasta ahora se llega a sentir todavía una diferencia, o un tribunal dividido entre los que llegaron y los que estamos. Pero te diría que hay mucha gente muy valiosa, que es cuestión de tiempo. Ojalá que esa curva de aprendizaje no sea larga, porque si de por sí ya visualizamos que ha sido alto el costo social con la implementación de la reforma del sistema acusatorio, y con esta nueva reforma de elegir a los jueces y a los magistrados. De verdad, deseo que no sea larga esta curva de aprendizaje para que esto tome un rumbo uniforme en el menor tiempo posible.
-Ese es el otro tema de relevancia para abordarle. Hace ya más de una década, 2014. México, siempre dispuesto, pero no siempre con los logros, en avanzar, en progresar. Antes de comprometerse en combatir la corrupción jurisdiccional, de reformar instituciones, metió al país a un sistema que requería más de asumir la actitud, la comprensión, la voluntad, la profesionalización, la rectitud, más de moral, para aniquilar al sistema de justicia inquisitorio, que al cabo de más de una década volvemos a lo mismo, porque es más fácil la prisión preventiva oficiosa, menos cara, que la investigación ministerial
- ¿Dónde estamos en el sistema penal acusatorio, adversarial, oral? ¿Este choca con la elección por voto popular de juzgadores?
- Sí, se dio una mala implementación de este modelo de justicia al no efectuarse una selección especializada, de personas capacitadas para ocupar un cargo en distintas áreas del tribunal. Y un ejemplo son las unidades de gestión judicial. En la mayoría de los casos se recurrió a personas que estaban puestas a disposición o que laboran en otras áreas, o incluso gente sin experiencia, y no se ha podido enderezar el barco en ese sentido. Hoy es necesario atribuir a los jueces de control el procedimiento abreviado y liberar esa carga al Ministerio Público para que se centre su trabajo en la integración de expedientes, así como en la investigación de delitos. Otro de los cambios necesarios es tener policías y ministerios públicos capacitados en la preservación de la escena del crimen, así como en llenado del Informe Policial Homologado. Es necesario que se cuente con fiscales y policías más capacitados, que sepan preservar la prueba, que sepan investigar y preservar la prueba y cumplir con la cadena de custodia, para integrar carpetas sólidas, y así tener un trabajo más sólido para que los jueces no tengan problema en procesar y no haya fallas técnicas ni recovecos por donde puedan obtener libertades quienes no lo merece, es decir evitar injusticias.
-¿Alguna propuesta de largo aliento, que no suene a sueños? No hay liderazgos en la impartición de justicia.
-Yo estoy convencido de que todas las administraciones de la función pública, para quien tiene estas responsabilidades, tiene su sello, son diferentes y cada una tiene cosas buenas.
-Édgar Elías Azar se empeñó, los medios no lo soltaban. ¿Su agenda era más mediática?
-Tuvo cosas buenas, dedicó mucho tiempo para el Servicio Médico Forense, hoy Instituto de Ciencias Forenses (Incifo). En esa época le tocó a él la implementación de los juicios orales, y, quizá, no a él directamente, si no a la gente que trabajaba con él, y yo me he atrevido, no quiero dar nombres, pero me he atrevido a decirles, oigan, ¿se acuerdan que comentábamos que esto no iba funcionar? Y, bueno, ahora a la distancia lo aceptan. Cada administración tiene su característica, pero yo la mediría como lo haces tú, afortunada y exactamente, por los logros, por la imagen, por la cercanía con la sociedad, por la sensibilidad, por el conocimiento empleado para que se resuelvan los problemas. Y, bueno, creo que todo cambio es positivo, y siempre y cuando exista ese compromiso y responsabilidad para depurar los errores que ya se tienen detectados, las soluciones que ya se tienen visualizadas, que urgen ponerlas de inmediato en marcha.
-Un nuevo liderazgo qué debe tener como cualidad judicial.
-Bueno, hasta donde hemos platicado, nuestros compañeros magistrados, pues hay dos mujeres que aspiran, hay dos hombres que aspiran, se presume que nuestro presidente pretende la reelección. Obviamente, si me preguntas que si estoy interesado, la respuesta también es obvia. Todos tenemos ímpetus, queremos aportar cambios, mover, transformar, todos. Pero llegar a la presidencia de este órgano jurisdiccional no depende, como bien lo debes saber, de simplemente querer aspirar. Depende de que los compañeros magistrados, tanto los nuevos como los que se quedaron para esta segunda etapa de elección popular, para 2027, con el voto. La mayoría debe decidir dentro de este tribunal. No es un tema fácil, siempre pasan cosas que no se pueden ver a simple vista dentro del pleno de tribunal, pero yo creo que, si yo fuera el afortunado, pues te diría la responsabilidad que estoy adquiriendo y el compromiso que implica ser presidente de una institución como ésta. Obviamente, cuento con las herramientas y con la gente que he visualizado, trabaja conmigo para formar equipos de trabajo, y hacer que esto cambie. Es imposible decir que esto va a cambiar en un año, ocho meses, que es lo que ocuparía la presidencia a partir de enero próximo, pero ese liderazgo creo que también lo tengo, es un liderazgo cimentado en mi equipo de trabajo. Lo he demostrado a través de tantos años en la función jurisdiccional. Siempre necesitamos que acercamientos, con más personal que maneje temas administrativos, técnicos de computación y hoy de inteligencia artificial. En tanto, algo muy bueno, es que hoy se le quita la carga al presidente del tribunal del manejo de recursos, eso libera y permite más tiempo a la impartición de justicia.
