
La Ensambladora Militar es considerada una de las fábricas, en su tipo, más importantes de América Latina por sus capacidades, es el lugar en el que se diseñan, fabrican, ensamblan y se da mantenimiento a los vehículos blindados que son utilizados por el Ejercito, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional.
Este lugar es una de las 12 fábricas que se encuentran dentro de las instalaciones de la Industria Militar, ubicada en Oriental, Puebla, en las que —además de vehículos blindados— se produce armamento, refacciones, cartuchos y más.
En la Ensambladora se fabrican 8 distintos tipos de vehículos desde cero, como lo son: DN-IV, DN-V, táctico blindado “DN-XI”, Todo Terreno con blindaje ligero “Kitam I”, blindado “Cimarron I”, blindado “Kitam II”, blindado “Cimarron “II“ y táctico blindado “DN-XII”.
Ahí laboran 224 elementos y tiene una capacidad productiva de al menos 200 vehículos al año; además, se da mantenimiento a cerca de mil 800 unidades anualmente. Pero si las necesidades lo requieren, se puede incrementar la capacidad de producción.
“Tenemos la misión de concebir, innovar, diseñar, fabricar y dar mantenimiento al parque vehicular blindado que requiere el Ejercito, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional”, comentó a Crónica el coronel ingeniero industrial, Fredy Ramírez, jefe de la Ensambladora.
El coronel, quien lleva a cargo de la Ensambladora 3 años, es un hombre apasionado que no podría elegir lo que más le gusta de su labor; además, dejó claro que le enorgullece poder coadyuvar de esa manera en las distintas misiones.
“Me apasiona todo, desde concebir un nuevo producto, ver que ya están en las unidades operativas y también es una satisfacción saber que contribuimos con nuestro granito de arena para que las misiones se desarrollen de la mejor forma”.
Detalló que la Ensambladora cuenta con maquinaria de última generación, lo que abona a tener una mejor capacidad de producción ya que suple el trabajo de varias personas, “ayuda mucho porque manualmente tardaría el triple o más de tiempo, se requerirían más elementos y tendría una calidad menor”, comentó.

El personal que ahí labora, tanto hombres como mujeres, tienen distintas habilidades y capacidades, también cuentan con adiestramiento militar, y en caso de requerirse, deben contribuir en operaciones como el Plan DN-III-E, que recientemente fue activado en Puebla.
La concepción y beneficios
Por las capacidades que tiene la ensambladora también destaca a nivel mundial, incluye áreas de ingeniería, producción, de corte, soldadura, pintura, de pruebas de vehículos, mantenimiento, almacenes, laboratorios, túneles balísticos, polvorines, entre otros.
La concepción de un nuevo vehículo inicia de la necesidad del área usuaria, ya sea un vehículo, accesorio o ingenio que se requiera; con esa información, los ingenieros y personal técnico militar realizan un diseño preliminar, que tiene que ser aprobado por el personal que lo requirió.
Una vez aprobado, se hace un prototipo funcional desde las áreas de corte, maquinado, doblado, acabado y se hacen las pruebas en la pista de obstáculos.

“Una vez que ya se tiene todo el producto concebido se lleva a pruebas con el área usuaria y con personal de la Industria Militar para que verifiquen que satisface las necesidades de la misión”, precisó el coronel.
Como beneficio adicional, están atentos a las opiniones e inquietudes del personal usuario de los vehículos y accesorios, para de ser el caso, prestar apoyo en sitio o realizar adecuaciones o mejoras a los productos fabricados, haciendo sentir el respaldo institucional de la Dirección General de Industria Militar y de la Ensambladora Militar, para satisfacer las necesidades y expectativas del personal de las unidades.
Calidad garantizada
La Ensambladora cuenta con un sistema de calidad que se aplica en la recepción de la materia prima, en el proceso de la elaboración y en el producto terminado; el coronel explicó que tanto los vidrios balísticos como el acero utilizados son probados antes de utilizarse en la fabricación, incluso, ¡son a prueba de balas!, soportan impactos hasta de un calibre 50.

Cuando el vehículo está listo para ser entregado, es enviado a la pista de pruebas que consta de distintos obstáculos que son: pista de velocidad, rampa horizontal para que el vehículo pase a 45 o 60 grados, ascenso vertical de 45 y 60 grados, terreno rocoso, paso lodoso, zanjas, dunas, topes encontrados, trincheras, vados y escalones. Ahí se verifica la estabilidad, la dirección, el frenado, el viraje, la maniobrabilidad, la suspensión, entre otros.
“Esta pista tiene el objetivo de replicar las condiciones de mayor demanda que existen en el terreno para que un vehículo que salga de estas instalaciones pueda soportar de mejor manera… no todos los vehículos pasan por todos los obstáculos, dependiendo de cada unidad se someten a las distintas pruebas”.

El reto
El coronel Fredy Ramírez aseguró que cada concepción de un diseño es un reto que representa una gran oportunidad —ya sea un prototipo de un vehículo o un prototipo de un ajuste o una torreta balística—.
“Es una oportunidad para dotar al personal al personal del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, con un producto de calidad, que tengan la seguridad de que lo que se les está proporcionando es un producto que ayudará a que cumplan de mejor manera las misiones que tengan enconmendadas y que no sea una preocupación los productos que les entregamos”, comentó.
Además, destacó el compromiso de todo el personal, que labora en la Industria Militar, que en gran manera es por el cuidado que tiene la institución con ellos y porque buscan contribuir con el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional en el cumplimiento de sus misiones.
“Todo el personal que trabaja en el complejo fabril está estamos comprometidos con entregar productos que satisfagan las necesidades en beneficio de las unidades operativas, que a la vez se traduce en beneficio a la sociedad y de todo el pueblo de México”, concluyó.
