
La ruta legislativa para la nueva Ley de Aguas avanza a gran velocidad en el Congreso. Tras un debate maratónico en la Cámara de Diputados y en medio de protestas que han bloqueado carreteras, aduanas y pasos fronterizos, el proyecto impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum se prepara para su siguiente estación, que apunta al Senado, en donde se alista su aprobación en fast track.
¿Qué pasó con la Ley de Aguas?
Durante más de 24 horas de debate, la mayoría morenista defendió cada punto del dictamen con el objetivo de mantener el espíritu presidencial de la reforma. Diputados de la 4T y aliados argumentaron que la intervención estatal permitirá combatir el mercado ilegal de concesiones.
Los productores agrícolas y la oposición replicaron que el ajuste dejará en el desamparo a miles de familias que dependen del agua para sostener la producción de alimentos.
La confrontación gira en torno a los artículos que definen el control del agua, la facultad del Estado para reasignar volúmenes y las modalidades para herencias, ventas de tierras y actividades productivas. A continuación, los puntos más delicados.
Artículos más polémicos de la Ley de Aguas
El artículo 22 establece que los derechos incluidos en concesiones y asignaciones “no serán objeto de transmisión”. Los productores aseguran que, sin la posibilidad de transmitir el título, sus tierras perderán valor. Argumentan que un predio sin agua carece de viabilidad productiva. Los líderes campesinos temen que esta medida derive en la adquisición de terrenos a precios irrisorios por parte de grandes empresas.
La reforma crea además un nuevo marco para la reasignación de volúmenes. Cualquier movimiento deberá ser evaluado y autorizado por la autoridad del agua, que podrá otorgar concesiones por concurso o a quien cumpla primero con los requisitos. Esta discrecionalidad es vista por productores y opositores como un riesgo para la certidumbre jurídica en zonas agrícolas.
Otro punto sensible es la propuesta de eliminar el artículo 23 Bis, que permite ceder de forma provisional parte del volumen concesionado sin trámites complejos.El gobierno federal sostiene que esta figura permite negocios millonarios y prácticas irregulares. La presidenta Sheinbaum señaló el caso de agricultores que, según su dicho, venden excedentes de agua a municipios con ganancias extraordinarias.
Los productores recalcan que esa facultad les da margen para ajustar su actividad, abastecer a comunidades vulnerables o apoyar proyectos productivos. La eliminación de este mecanismo, advierten, generará incertidumbre en regiones donde el agua regula no solo la agricultura, también la economía local.
Además, organizaciones y legisladores de oposición afirman que la nueva arquitectura legal abre la puerta a un sistema de control y castigo por ceder, vender o proporcionar agua a terceros. Añaden que el riesgo aumenta con las limitaciones para transmitir títulos y con el poder concentrado en las reasignaciones. Morenistas replican que las sanciones son indispensables para frenar el tráfico de concesiones.
Ajustes de última hora en la Ley de aguas
La mayoría legislativa presentó ajustes que, en su opinión, atienden inquietudes del sector agrícola. Entre estos cambios se incluyeron procedimientos expeditos para emitir nuevos títulos de concesión en casos de sucesión, transferencia de propiedad y procesos corporativos como fusiones o escisiones.
También se incorporó la garantía de que las reglas no tendrían efectos retroactivos para quienes ya habían iniciado trámites, además de establecer que los volúmenes y usos autorizados se conservarán en los procesos de reasignación cuando el solicitante demuestre propiedad o representación legítima.
Los diputados añadieron además disposiciones que refuerzan la obligación del Estado de prevenir, investigar, sancionar y reparar violaciones al derecho humano al agua.
A pesar de esto, los productores aseguran que no modifican el núcleo de su preocupación. Señalan que los artículos impugnados continúan representando riesgos para la producción de alimentos, generan incertidumbre sobre el valor de la tierra e incrementan la vulnerabilidad jurídica de quienes dependen del agua para sostener sus actividades.
¿Qué sigue para la Ley de Aguas?
El proyecto llegará este jueves a la Cámara Alta. El presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López, adelantó que no habrá pausas. La minuta no pasará a comisiones y se discutirá de inmediato en el pleno porque se considera un tema de urgente resolución.
El Senado votará esta misma noche. Si la minuta se aprueba sin cambios, el gobierno federal tendrá vía libre para publicar la nueva Ley de Aguas en el Diario Oficial de la Federación.