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La Asociación Mexicana de Productores de Carne señala que con las nuevas medidas de movilización derivadas de la emergencia por gusano barrenador, hay incremento hasta de 12 horas para el traslado de ganado, situación que los pone en mayor riesgo del gusano barrenador 

Productores de carne advierten peligrosa sobrerregulación para traslado de ganado 

Riesgo plaga de gusano barrenador La Asociación Mexicana de Productores de Carne señala que con las sobre las nuevas medidas de movilización derivadas de la emergencia por gusano barrenador aumentaron hasta 12 horas el tiempo de traslado de ganado, situación que los pone en mayor riesgo del gusano barrenador

Ante la gravedad de la plaga del gusano barrenador que afecta diversas entidades del país, la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG), advirtió un excesivo incremento de los tiempos de traslado hasta de 12 horas.

Ello, como consecuencia de las nuevas medidas adoptadas, tras la declaratoria de emergencia nacional de sanidad animal, lo cual ha generado una sobrerregulación sin precedentes que está afectando directamente a la cadena de suministro de carne en el país.

La multiplicación de retenes federales y estatales, ha ocasionado incrementos sustanciales en los tiempos de traslado del ganado que se mueve de los estados del sur hacia los centros de engorda en el norte.

La AMEG agrupa a productores de ganado bovino en corral intensivo y a la industria de la carne en México, y esta integrada por más de 350 asociados, con presencia en 14 entidades federativas del país.

Los tiempos de traslado de corral de acopio en origen, a corral de engorda en destino, han registrado un incremento hasta de 12 horas, al pasar de 20 horas a 32 horas en la actualidad, así como, esperas superiores a 18 horas en puntos de inspección para cumplir con los tiempos posteriores a la aplicación de antiparasitarios. Retenes estatales adicionales, que duplican inspecciones que ya se realizan en el ámbito federal, múltiples maniobras de carga y descarga que afectan el bienestar animal y elevan el riesgo de heridas, las cuales pueden convertirse en focos de infestación.

Exposición prolongada al sol, falta de agua y alimento, lo que contradice los principios de bienestar animal promovidos por la propia administración federal.

Aumento en la mortalidad durante el transporte, consecuencia directa de las demoras y del estrés prolongado.

Ante tal panorama, la AMEG enfatizó que, tales condiciones no contribuyen a detener la plaga, al contrario, crean escenarios que favorecen la plantación de larvas, ya que el gusano barrenador se transmite por moscas y afecta a cualquier animal de sangre caliente, no por el movimiento regulado de ganado sano.

Además, la sobrerregulación está provocando desabasto regional, cuellos de botella logísticos y pérdida de competitividad, con impactos que ya se reflejan en los costos y en el precio de la carne para las familias mexicanas.

Asimismo, se resaltó que la cadena de carne bovina enfrenta un doble desafío: restricciones internas excesivas que frenan la movilización indispensable para el abasto nacional, suspensión parcial de exportaciones a Estados Unidos, que ha generado pérdidas millonarias para el sector.

Aunado a lo anterior, preocupa que el presupuesto federal para 2026 en materia de sanidad e inocuidad presenta un recorte, a pesar de la emergencia declarada y de la necesidad urgente de fortalecer capacidades técnicas.

La evidencia científica es clara, y muestra que la erradicación del gusano barrenador solo se logra con programas de mosca estéril, vigilancia epidemiológica y atención oportuna de casos. Más retenes, más trámites y más inspecciones no detienen la plaga.

Un protocolo de movilización confiable únicamente funciona si incorpora incentivos reales y certeza regulatoria, y si evita sancionar a productores por circunstancias fuera de su control.

La AMEG considera posible y necesario erradicar el gusano barrenador, proteger la industria nacional y garantizar el bienestar animal. Para ello se propone: acelerar y ampliar el programa de mosca estéril, garantizando su financiamiento real, fortalecer la vigilancia sanitaria y los tratamientos oportunos, con criterios técnicos uniformes en todo el país, sustituir la sobrerregulación por un protocolo de movilización confiable basado en trazabilidad, buenas prácticas y cumplimiento verificable, armonizar la normatividad federal y estatal, eliminando duplicidades y discrecionalidad.

Asimismo, se sugiere instalar una mesa permanente de trabajo entre SENASICA, estados y productores para atender la emergencia con base en ciencia, proporcionalidad y bienestar animal.

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