
A menos de siete meses de que el mundo vibre con la celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2026, una serie de descubrimientos macabros ha encendido una alerta en torno a la seguridad y el entorno social de una de las sedes oficiales del torneo. En los alrededores del Estadio Akron, inmueble ubicado en Zapopan y que albergará varios encuentros de la justa mundialista, han sido localizadas al menos 456 bolsas con restos humanos, un hallazgo que pone en evidencia no solo la crisis forense y de violencia en la región, sino también los desafíos de seguridad que enfrenta México de cara al evento deportivo más importante del mundo. Ya desde 2018 distintas bolsas con restos humanos habían sido halladas en Zapopan, una de las zonas con mayor crecimiento urbano del Área Metropolitana. Ahora, el hallazgo más reciente, inaugura lo que las propias familias llaman un “corredor de fosas clandestinas”, justo en la periferia del estadio que albergará partidos mundialistas.
Desde 2022, cuando las labores de búsqueda comenzaron formalmente, colectivos han trabajado en distintos puntos cercanos al estadio, recuperando restos en fosas clandestinas que, según los grupos civiles, corresponden a víctimas de desaparición forzada y violencia criminal. Estas bolsas contienen cuerpos completos, restos seccionados y osamentas, alcanzando un total de 456 hallazgos en zonas aledañas al estadio mundialista, según estimaciones de integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
El epicentro: Las Agujas y un hallazgo que no debía salir a la luz
En la colonia Las Agujas, trabajadores de una empresa constructora encontraron restos humanos mientras realizaban obras para un fraccionamiento habitacional. Lo que comenzó como un hallazgo fortuito derivó en una investigación forense de gran escala.
Solo en ese punto se han recuperado alrededor de 290 bolsas con restos humanos. José Raúl Servín García, integrante del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, explica que tras la intervención inicial de autoridades y la conclusión formal de los trabajos, los colectivos regresaron al sitio.
“Nosotros acudimos al día siguiente y encontramos tres bolsas de inmediato; de ahí seguimos trabajando hasta contabilizar casi 300 solo en ese lugar”, relata.
No obstante, el fenómeno no se limita a una única fosa. Los restos han sido encontrados en distintos puntos de Zapopan y municipios cercanos, a Las Agujas se suman otros puntos críticos: La Noria y Next Impact, con más de 89 bolsas, y Arroyo Hondo, donde se localizaron cerca de 48. La dispersión de los hallazgos, señalan los colectivos, confirma un patrón sistemático de ocultamiento de cuerpos durante años.
De acuerdo con integrantes de colectivos de búsqueda, las bolsas de restos humanos han sido localizadas bajo tierra en fosas clandestinas dispersas alrededor de terrenos baldíos, construcciones y áreas rurales como las próximas al Akron. Estas operaciones no obedecen a descubrimientos fortuitos aislados, claramente son el reflejo de una crisis estructural que ha obligado a familiares de desaparecidos a excavar por su cuenta con la esperanza de encontrar a sus seres queridos. “Aquí no hace falta un estadio, hacen falta nuestros desaparecidos”, ha dicho un integrante de uno de los colectivos que participan en las labores de búsqueda, al denunciar que mientras se invierten recursos en infraestructura deportiva, miles de familias siguen sin respuestas y sin justicia.

Un contexto de violencia persistente, pero los ojos se centran más en los partidos próximos a jugar.
La entidad de Jalisco, donde se encuentra el Estadio Akron, es históricamente una de las regiones más golpeadas por la violencia criminal y el crimen organizado en México. El estado es considerado un bastión de agrupaciones del narcotráfico, incluyendo al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos delictivos más poderosos del país. Este contexto se traduce en un alto número de desapariciones, homicidios y hallazgos forenses que desbordan los recursos institucionales. Según datos oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas o No Localizadas (RNPDNO), Jalisco ocupa uno de los primeros lugares a nivel nacional en número de personas reportadas como desaparecidas, con más de 14 mil casos registrados. Esta estadística da marco a una problemática que trasciende el hallazgo de restos y evidencia un vacío de justicia y de capacidades institucionales para dar respuestas a las familias afectadas. Las autoridades forenses han tenido dificultades para identificar los restos recuperados y entregarlos a sus familias, en parte por limitaciones de infraestructura, retrasos en los análisis de ADN y la complejidad de los casos, que incluyen fragmentos de cuerpos y restos incompletos. Persiste la denuncia de opacidad en el manejo de los restos y el lento avance de los procesos de identificación.
Frente a este contexto, autoridades estatales y federales han señalado que existen protocolos de seguridad y trabajos de investigación en curso para atender los hallazgos y garantizar la seguridad durante el Mundial. Así, se han desplegado operativos que incluyen la instalación de cámaras de vigilancia, equipamiento anti-drones, unidades especiales y la presencia de fuerzas federales y municipales en zonas consideradas de riesgo.
Sin embargo, colectivos y organizaciones civiles han expresado su desconfianza hacia la respuesta oficial, argumentando que los esfuerzos se centran más en mitigar la percepción de riesgo ante la comunidad internacional que en atender las causas estructurales de la violencia y la desaparición de personas, pero la pregunta persiste,¿qué tan seguro será realmente el entorno para visitantes, periodistas y equipos durante el Mundial 2026?
La difusión de estos hallazgos no ha pasado desapercibida en medios internacionales. Diversos portales de noticias en inglés y otros idiomas han resaltado que la proximidad de restos humanos al estadio que será sede de partidos mundialistas ha generado preocupación sobre la seguridad en México de cara al evento. Estas publicaciones destacan que la localización de 456 bolsas con restos humanos ha encendido alertas y cuestionamientos sobre la capacidad de garantizar un entorno seguro para los miles de visitantes que llegarán a finales de junio de 2026.
En algunos reportes se subraya que el Akron será uno de los escenarios donde selecciones de alto perfil disputarán sus encuentros, lo que ha intensificado las miradas sobre cómo se gestionan la seguridad, la justicia y la percepción internacional del país como anfitrión.

Impacto para la comunidad local y los familiares de desaparecidos
Más allá del impacto mediático y deportivo, el hallazgo de estos restos tiene un profundo eco en las comunidades locales y, sobre todo, en las familias de personas desaparecidas que participan activamente en la recuperación de cuerpos. Para muchos, la proximidad del Mundial y el enfoque en la imagen internacional del país contrasta dolorosamente con las experiencias de pérdida, incertidumbre y falta de respuestas que han vivido durante años.
Los hallazgos recientes que se reportan cerca del estadio mundialista, parecen indicar que muchos de los restos podrían corresponder a desapariciones ocurridas en distintos años desde 2018 hasta la actualidad, lo que refleja la continuidad y profundidad del problema.
Un desafío de cara al Mundial 2026
Para el Comité Organizador local y las autoridades deportivas, garantizar la percepción de seguridad es un elemento crucial para el éxito del Mundial. Las inversiones en infraestructura, remodelaciones tecnológicas del Estadio Akron y mejoras en la conectividad buscan ofrecer una experiencia atractiva a aficionados, prensa internacional y selecciones participantes.
No obstante, el hallazgo de cientos de bolsas con restos humanos en las cercanías plantea una pregunta difícil de responder: ¿puede un Mundial celebrarse en un entorno donde la sombra de la violencia y las fosas clandestinas aún persisten? Las respuestas determinarán no solo la seguridad del evento, sino también la percepción internacional de México como sede capaz de garantizar un entorno seguro, respetuoso de los derechos humanos y capaz de ofrecer justicia a las miles de familias afectadas por la violencia.