
A través del Diario Oficial de la Federación (DOF), las autoridades financieras hicieron oficial la revocación de la autorización otorgada a Vector Casa de Bolsa, para organizase y operar como casa de bolsa, lo que representa un revés significativo para la institución financiera fundada por Alfonso Romo, empresario y exjefe de la Oficina de la Presidencia durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
La resolución fue emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y deja sin efecto el permiso que permitía a Vector participar formalmente en el mercado bursátil mexicano, así como realizar operaciones propias de una casa de bolsa dentro del sistema financiero nacional.
Señalamientos por presunto lavado de dinero y consecuencias
La revocación del permiso ocurre meses después de que autoridades de Estados Unidos, a través de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro, incluyeran a Vector en una lista de instituciones señaladas por presuntamente facilitar operaciones relacionadas con lavado de dinero, vinculadas al tráfico de opioides sintéticos, como el fentanilo.
De acuerdo con los señalamientos, la institución habría participado en transferencias internacionales sospechosas, presuntamente relacionadas con la compra de precursores químicos. Estas acusaciones derivaron en restricciones financieras en el sistema estadounidense, lo que afectó de manera directa la operación y reputación de la firma mexicana.
Impacto legal y político en México
En México, aunque la CNBV no impuso sanciones severas por lavado de dinero, sí aplicó multas administrativas y, posteriormente, se concretó la revocación de la autorización, la cual fue formalizada mediante su publicación en el DOF. De manera paralela, partidos de oposición, como el PAN, presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra Alfonso Romo y Vector por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Con esta decisión, Vector Casa de Bolsa queda inhabilitada para operar como casa de bolsa en el país, marcando uno de los episodios más delicados para el grupo financiero y para la trayectoria empresarial de Alfonso Romo, en medio de un contexto de mayor escrutinio nacional e internacional sobre las operaciones financieras vinculadas al crimen organizado.