
La confrontación entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), liderado por José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, tiene como núcleo el robo y contrabando de hidrocarburos. Esta pugna explica buena parte de la crisis de violencia que desde hace años sacude al centro del país.
CJNG vs Cártel Santa Rosa de Lima: El “Triángulo de las Bermudas” de Guanajuato en disputa
El conflicto armado entre el CJNG y el Cártel Santa Rosa de Lima se concentra en una franja conocida como el “Triángulo de las Bermudas” de Guanajuato. Esta región abarca municipios estratégicos como Irapuato, León, Santa Rosa de Lima, Celaya, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Villagrán y Salamanca.
La relevancia del área radica en la concentración de ductos y en la cercanía con instalaciones clave de Pemex. Tres años después de su surgimiento, el CSRL declaró la guerra al CJNG por el control del combustible y del petróleo en la zona, una disputa que convirtió a Guanajuato en una de las entidades más mortíferas del país, según informes del gobierno estadounidense.
La confrontación no comenzó como un enfrentamiento abierto. José Antonio Yépez Ortiz operaba inicialmente como un delincuente regional asentado en Santa Rosa de Lima. Su crecimiento se dio tras aceptar el respaldo del CJNG frente a la presión de otros grupos criminales.
El apoyo de El Mencho permitió al CSRL fortalecerse con armas, rutas y personal, además de expulsar a organizaciones rivales que operaban en la región. La ruptura ocurrió por desacuerdos relacionados con el reparto de las ganancias del huachicoleo, un negocio considerado menos riesgoso que el tráfico de drogas.
El conflicto giró en torno a 16 puntos estratégicos donde cruzan ductos de Pemex en igual número de municipios de Guanajuato. Esa diferencia marcó el fin de la colaboración y el inicio de una guerra abierta por el territorio.
En 2017, el Cártel Santa Rosa de Lima hizo visible su desafío. A través de redes sociales y de un blog propio, El Marro apareció rodeado de más de un centenar de hombres armados con equipo táctico, lanzando una amenaza directa al CJNG y a cualquier organización que intentara disputar el control criminal en Guanajuato.
¿El Marro sigue operando desde la cárcel?
El Cártel Santa Rosa de Lima se originó en 2014 en la comunidad que le dio nombre, ubicada en el municipio de Villagrán. El Marro fue detenido en 2020 durante un operativo en Juventino Rosas y sentenciado en enero de 2022 a 60 años de prisión por secuestro agravado. En julio de 2024 fue trasladado del penal del Altiplano a una cárcel federal en Gómez Palacio, Durango.

Estados Unidos sostiene que, pese a su encarcelamiento, Yépez Ortiz continúa activo dentro del cártel, enviando instrucciones a través de abogados y familiares. Desde prisión, también habría impulsado una alianza con el Cártel del Golfo. Además del huachicol, el CSRL participa en tráfico de drogas y otras operaciones delictivas.
El 17 de diciembre de 2025, el Departamento del Tesoro designó al Cártel Santa Rosa de Lima como organización terrorista y sancionó a su líder. Según la autoridad estadounidense, sus actividades alimentan un mercado energético ilegal transfronterizo, afectan a empresas legítimas y privan al Estado mexicano de ingresos fundamentales.
De acuerdo con autoridades de Estados Unidos, el robo de combustible se consolidó como la principal fuente de ingresos criminales no vinculados al narcotráfico para los cárteles mexicanos. En Guanajuato, esta economía ilegal se sostiene sobre una infraestructura estratégica que incluye ductos de Petróleos Mexicanos y la presencia de una refinería.
Guanajuato se transformó en uno de los territorios más violentos de México a partir de una disputa criminal centrada en el control del combustible, encabezada por El Mencho y El Marro, desde prisión.