
La madrugada de este fin de semana, se informó de una balacera en un restaurante de comida china en la Zona Rosa de la alcaldía Cuauhtémoc. Horas más darte, se dio a conocer que el ataque fue dirigido contra Óscar Noé Medina González, un miembro de a facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa y por el cual, el gobierno de los Estados Unidos ofrecía una recompensa de cuatro millones de dólares.
¿Quién era “El Panu”?: miembro de los Chapitos asesinado en CDMX
Originario de Culiacán, Sinaloa, Óscar Noé Medina González era señalado como el principal lugarteniente y jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos. De acuerdo con documentos oficiales del Departamento de Estado de Estados Unidos y la Administración para el Control de Drogas (DEA), “El Panu” fungía como el coordinador general de los comandantes regionales de la facción criminal, con responsabilidades directas en la logística y protección de las zonas bajo control de esta organización.
“El Panu”, fue identificado por autoridades de seguridad de México y Estados Unidos como uno de los operadores más relevantes de la facción criminal del Cártel de Sinaloa conocida como Los Chapitos, integrada por los hijos del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
¿Qué papel tenía “El Panu” y por qué había una recompensa tan alta por él?
Según las acusaciones presentadas por el gobierno estadounidense, Medina González no solo supervisaba a los grupos armados que brindaban seguridad a los líderes de Los Chapitos, sino que también estaba implicado en operaciones de tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas, así como en actividades de lavado de dinero y adquisición de armas para la organización. Documentos judiciales señalan que su función lo colocaba como una pieza clave en las estructuras de violencia y represión utilizadas por los hijos de “El Chapo” para mantener el control territorial y enfrentar a carteles rivales
También, se ha señalado que el liderazgo de “El Panu” se consolidó tras la detención de otros jefes de seguridad, como Néstor Isidro Pérez Salas (“El Nini”), y que llegó a comandar uno de los principales brazos armados de la organización en varias regiones de Sinaloa, Sonora y otras entidades del norte de México
Debido a su alto nivel dentro de la estructura criminal y la peligrosidad atribuida a sus acciones, la DEA ofreció una recompensa de hasta 4 millones de dólares por información que condujera a la captura de Oscar Noé Medina González. La inclusión de su nombre en las listas de los más buscados por Estados Unidos respondía a su vinculación con la supervisión operativa de sicarios, tráfico de fentanilo a gran escala y la violencia dirigida contra fuerzas del orden y grupos rivales.
Las autoridades estadounidenses también lo señalaron en acusaciones formales por delitos que incluyen conspiración para la importación y distribución de fentanilo, conspiración para el lavado de dinero, posesión de armas de alto calibre y otros cargos relacionados con la conducción de una organización criminal continua.