
Luego de más de 20 horas de labores continuas, elementos de la Policía de Alta Montaña y del Grupo de Rescate Agreste San Rafael lograron recuperar el cuerpo de Roberto Montoya, un alpinista poblano de 28 años de edad, quien perdió la vida tras sufrir una caída de aproximadamente 200 metros en el volcán Iztaccíhuatl, conocido como la Mujer Dormida.
¿Cuando comenzó a realizar el ascenso el alpinista?
De acuerdo con la información oficial, el joven inició el ascenso el sábado, acompañado de un grupo de amigos, con la intención de alcanzar la cima del volcán. Sin embargo, el domingo 21 de diciembre, durante el trayecto, ocurrió el accidente en una zona de alto riesgo conocida como “La Arista de la Luz”, un punto caracterizado por pendientes pronunciadas, terreno rocoso y condiciones climáticas cambiantes.
Tras la caída, se dio aviso a los cuerpos de emergencia, activándose un operativo especializado debido a la complejidad del terreno y a la altitud en la que se encontraba la víctima. Fue hasta la madrugada del lunes 22 de diciembre, alrededor de las 4:00 horas, cuando un grupo del Rescate Agreste San Rafael, junto con cinco elementos de la Policía de Alta Montaña, inició el ascenso para la recuperación del cuerpo.
El equipo de rescate avanzó por la ruta del Teyotl, una de las más utilizadas para acceder al volcán, y posteriormente continuó hacia la zona de la cabeza del Iztaccíhuatl. Las labores se realizaron en condiciones adversas, con bajas temperaturas, escasa visibilidad y un terreno que dificultó el traslado del cuerpo, lo que obligó a los rescatistas a avanzar con extrema precaución.
Entrega del cuerpo del alpinista
La operación se prolongó durante todo el día y parte de la noche debido a la complejidad del descenso y a la necesidad de garantizar la seguridad del personal involucrado. Finalmente, cerca de las 00:15 horas de este martes 23 de diciembre, los rescatistas arribaron al Parque Ecoturístico Dos Aguas, donde se completó el protocolo correspondiente.
En el lugar, el cuerpo de Roberto Montoya fue entregado a la fiscalía para realizar las diligencias legales y periciales correspondientes. Las autoridades destacaron la coordinación entre los distintos grupos de rescate y subrayaron la importancia de la preparación física, técnica y del equipo adecuado para quienes realizan actividades de alta montaña.
El accidente vuelve a poner sobre la mesa los riesgos que implica el alpinismo, especialmente en volcanes de gran altitud como el Iztaccíhuatl, donde las condiciones pueden cambiar de forma repentina y cualquier error puede tener consecuencias fatales.