La marea guinda se hizo presente y mostró su fuerza. Abarrotado el Monumento a la Revolución, fue testigo mudo, de los varios centenares de simpatizantes de morenistas, claudistas, de sheinbaumistas y su clamor por manifestar su apoyo a la que ya consideran su candidata Presidencial.

Muchos de ellos viajaron en camiones foráneos desde diversos estados de la República, -algunos estacionados en las inmediaciones del metro San Cosme-, con la única la esperanza para muchas mujeres de cuna humilde, de gritarle a Sheinbaum Pardo que quieren que sea su Presidenta.

Pero no solo estaban ahí las y los morenistas. También asistieron los militantes de los otros partidos políticos, los que van en alianza con Morena, los del Partido del Trabajo (PT), del Verde Ecologista de México (PVEM), y también estaban ahí los de los colectivos de los movimientos LGBT, de centrales obreras, campesinas, sindicalistas, trabajadores de alcaldías, de dependencias gubernamentales, tianguistas, comerciantes ambulantes, incluso mucho ciudadano de a pie como el matrimonio de José Pérez y Martina Guadarrama de Pérez, o quienes iban en pequeños grupos de dos o tres personas, todos con el único objetivo de ver si se podía, o tan sólo escuchar a Claudia Sheinbaum Pardo.

La cita para el encuentro con la pre candidata única para la presidencia de la República por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum Pardo era a las 5 de la tarde, sin embargo, Carmen González, del estado de Puebla, confesó que ella arribó al monumento a las 2 de la tarde, “y como no teníamos lugar allá, donde están los invitados especiales, nos tenemos que conformar con estar aquí, (a un costado del Frontón México), pero no importa, vine porque yo si tengo mucha fe en que ella será la próxima presidenta mujer de México, y por eso estoy aquí, para gritarle mi apoyo, aunque ella no me vea, aunque no sepa quien soy”.

Unos cuantos metros más adelante, sentada en el piso, con un gesto de cansancio reflejado en el rostro, Josefina Mendoza de Tamaulipas, confesó que no aguató más el cansancio ni el calor, pues llegó junto con un grupo de 40 tamaulipecos, la mayoría de ellos de la tercera edad, al filo de las tres de la tarde “y desde esa hora estamos aquí. Ya van a ser 5:30 y no comienza.... dicen que ya llegó, pero ya estamos viejos, cansados y con hambre”.

Rostros morenos ajados por el sol, ellas y ellos, ropas sencillas, pero todos con férrea convicción gritaban: “Es un honor, estar con Claudia hoy”, y “Pre-si-den-ta.... Pre-si-den-ta!”, la precandidata única, aún no había llegado, pero ellas y ellos gritaban como si la tuvieran a un lado.

De diversos puntos de la República acudieron a la cita con su candidata, y seguían llegando, aunque en ocasiones la aglomeración era tal, que no se podía dar un paso más, y a quien intentaba abrirse camino entre la multitud de gente era apachurrado por los de adelante, que también querían avanzar un poco más.

Trabajadores de la CROC de la sección 27, trataban de hacerse más amena la espera, y bailaban al ritmo de la batucada, mientras dos señores comentaban entre sí: “wey pos ya pasamos lista, ya vámonos, esto está hasta la m...dre y va a ser una chinga salir de aquí más tarde...”

Gloria Calleja, confesó que “yo de plano me tuve que traer a mis hijos, porque no tengo con quien dejarlos, y la verdad, que si me da pendiente que me quiten mi lugar en el tianguis, yo vendo mercancía en un tianguis de Tláhuac, y también tengo el apoyo escolar de mi niño, que dicen que no me lo pueden quitar, pero prefiero no arriesgarme”.

Don Gumersindo, de plano ya no pudo más, y se sentó a descansar en el piso, otros en las bicicletas en renta que estaban estacionadas, o las jardineras que divide el camellón del metrobús, ocualquier lugar en donde pudiera recuperar algo de fuerza, y hacerse presentes, porque a algunos les prometieron que si iban al encuentro, podrían seguir recibiendo la pensión del adulto mayor y para don Gumersindo, del estado de Hidalgo, confesó, “es mi único ingreso”, ya que es viudo, nunca se pensionó ni tuvo hijos que hoy puedan ver por él.

La marea guinda, acudió al llamado, el brazo fuerte de Morena, de la coalición, del ciudadano de a pie, del pueblo bueno y sabio, se hizo presente para demostrar, manfestar y refrendar su apoyo a la precandidata única del Movimiento de Regeneración Nacional para las elecciones presidenciales del 2 de junio próximo.