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Al menos una docena de incendios en estaciones migratorias, de 2019 a la fecha

Por lo menos 12 incendios se han reportado en estos lugares, el último en Juárez, donde había hacinamiento. Hoy operan 57 instalaciones en el país, como en el sexenio de EPN. Consejeros del INM hablan de rezagos y burlas.

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Incendio en la estación migratoria de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, el 12 de mayo de 2019

Incendio en la estación migratoria de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, el 12 de mayo de 2019

Al menos una docena de incendios se han registrado en estaciones migratorias y estancias provisionales del Instituto Nacional de Migración (INM) durante la administración lopezobradorista -de 2019 a la fecha-, de acuerdo con los archivos del propio organismo revisados por Crónica.

El último, en la estancia provisional B de Ciudad Juárez, donde había sobrecupo de migrantes, según datos oficiales. A finales del año pasado, vía una solicitud de transparencia realizada por la organización internacional Asylum Access, la cual fue compartida a este diario, el INM informó sobre el cupo máximo de ese lugar: “60 personas”. Sin embargo, en el momento del siniestro había por lo menos 68, conforme a la lista preliminar ya revelada.

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Rafael Cardona
Se registró un incendio dentro de las instalaciones de la estación migratoria en Ciudad Juárez

Todos los incendios se originaron de la misma forma: la quema de colchonetas, papeles u otros materiales combustibles por parte de los detenidos, como medida de inconformidad, presión o hartazgo.

En 2019 se reportaron en las estancias o estaciones de Tapachula, Chiapas (conocida como Siglo XXI, una de las más grandes del país, el 25 de abril); San Pedro Tapanatepec, Oaxaca (12 de mayo); Piedras Negras, Coahuila (14 de mayo) y Ciudad Juárez (29 de mayo), Chihuahua, la misma de ahora. Aquella vez, se informó de manera oficial, “un grupo de cubanos provocaron el incendio para obligar la salida no autorizada de 62 personas”.

En 2020 fue en la de Tenosique, Tabasco, donde hubo secuelas graves: un guatemalteco de 42 años murió por asfixia y otros 15 migrantes fueron atendidos por síntomas de intoxicación. El episodio derivó en la Recomendación 69/2020 de la CNDH.

En 2021 el fuego se presentó en las de Acayucan, Veracruz (12 de febrero), y de nuevo en las de Tapachula (14 de junio) y Piedras Negras (22 de octubre).

Y en 2022 otra vez en las de Piedras Negras (17 de mayo), Acayucan (26 de agosto) y Tijuana, Baja California (19 de octubre).

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La FGR abrió investigaciones en todos los casos; sólo en un tercio, se logró la vinculación a proceso de implicados por los probables delitos de homicidio -en el asunto de Tenosique-, tentativa de homicidio y daño en propiedad ajena. En la mayoría, hubo fugas masivas, aunque las afectaciones humanas habían sido mínimas. Hasta ahora…

No es propósito aquí juzgar o revictimizar a los migrantes. ¿Qué los lleva a arriesgar su vida al prender fuego en un espacio cerrado, entre barrotes, cadenas y candados, sin medidas básicas de protección civil y atención a emergencias? La raíz es más profunda. Según los testimonios de quienes han formado parte del Consejo Ciudadano del Instituto en los últimos años, las estaciones migratorias no sólo son sitios en condiciones indignas, sin servicios elementales, sino símbolo de una política basada en la persecución y detención, la cual se prometió frenar antes y en los primeros meses del gobierno en turno.

FARSA. Según datos del INM, hoy operan en el país 57 instalaciones para la retención de migrantes: 10 estancias migratorias con capacidad para 3 mil 920 personas, 15 estancias provisionales Tipo A (habilitadas para alojar de manera provisional a extranjeros en situación migratoria irregular hasta su traslado a una estación y donde supuestamente pueden permanecer un máximo de 48 horas) para 393 personas y 25 instancias provisionales B (con estancia máxima de siete días) para mil 520 personas. Además de siete lugares denominados “extensiones”, los cuales se abrieron como respuesta emergente ante el incremento de flujos migratorios, con capacidad para 1050 personas.

Es casi el mismo número de instalaciones del sexenio de Enrique Peña Nieto (58), pese a la promesa en el arranque de la 4T de disminuirlas, restructurarlas o cambiar su modelo de operación.

Este reportero revisó el acta de la primera reunión entre el entonces comisionado de migración Tonatiuh Guillén y el Consejo Ciudadano del Instituto, conformado por especialistas en el tema y dirigentes de asociaciones civiles, la cual se realizó el 13 de mayo de 2019, tan sólo cinco meses después de iniciado el actual gobierno.

Entre los temas principales estaba el rezago en estaciones y estancias, y los riesgos a migrantes detenidos.

“Las estaciones no están diseñadas para contener de una manera fuerte a las personas, el personal no cuenta con ningún tipo de herramienta. En el caso de las localizadas al norte del país, son pequeñas y no están diseñadas para albergar a una gran cantidad de personas”, admitió Ana Laura Martínez de Lara, quien entonces era Directora General de Control y Verificación Migratoria.

“Hay sobrepoblación. Lo que aunado a la falta de información sobre la situación migratoria de las personas retenidas, explica las salidas violentas de las estaciones y las agresiones al personal”, señaló Jesús Quintana Roldán, Quinto Visitador de la CNDH.

“Urgen mecanismos para disminuir las detenciones, porque son un factor de tensión en las estaciones, y una estrategia para prevenir motines”, pidió Jan Jarab, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México.

Tonatiuh Guillén, con un perfil académico y de defensa a los derechos humanos, habló ahí de la desaparición o conversión paulatina de las estaciones hacia un esquema más amigable a favor de los migrantes. Pero tan sólo un mes después renunció al cargo, y se nombró en su lugar a Francisco Garduño, avezado en dinámicas carcelarias.

VULNERABILIDAD Y MUERTE. “En los primeros meses del gobierno hubo otro discurso, pero las presiones de Estados Unidos sobre flujos migratorios masivos anularon cualquier cambio, y terminó reinstalándose este sistema de detención y encarcelamiento que se hace en condiciones de vulnerabilidad y muerte, y que debería ser excepcional. En los hechos, no ha habido avance”, dijo en entrevista con Crónica Rafael Alonso Hernández López, investigador del Colegio de la Frontera Norte y quien fue presidente del Consejo Ciudadano del INM durante los primeros años de la 4T.

-¿Qué otras alternativas podrían aplicarse? -se le cuestionó.

-Cuando se decretó la Ley de Migración en 2011 y su Reglamento en 2012 se manejó que eran para salvaguardar derechos de migrantes, pero ha sido lo contrario. Un primer paso sería revisar la legislación y eficientar los mecanismos de regularización, acompañamiento administrativo y reinserción social. Ya la contención no funciona.

-Según tu trabajo de campo, ¿qué lleva a un grupo de migrantes a organizar motines e incendios en una estación?, ¿sólo deficiencias materiales?

-No, es un poco de todo. Las personas están contra su voluntad. Además de las malas condiciones operativas: hacinamiento, falta de agua y alimentación, otro de los factores que impacta en la salud física y emocional de los migrantes es la falta de información dentro de esos lugares, porque no saben cuánto tiempo estarán detenidos, qué procedimiento deberán seguir, si serán contactados por su consulado o podrán acceder a la condición de refugiados. Eso propicia un ambiente de mucha tensión, por eso es importante que quienes operan las estancias tengan capacitación en la materia.

-¿No lo tienen?

-No, y también hay un alto nivel de rotación del personal, con horarios y cargas laborales muy pesadas, con salarios muy bajos, que propician la desatención y el desinterés.

Otros proyectos enarbolados en el primer tramo del lopezobradorismo como la certificación de estaciones, el funcionamiento de un centro nacional de monitoreo, la implementación de un programa de visitas periódicas de organizaciones de la sociedad civil y la continuidad del programa de alternativas de alojamiento, se quedaron en el papel.

“Muy pronto empezaron los acuerdos con el gobierno estadounidense y los migrantes se volvieron a usar como moneda de cambio”, describió Alejandra Macías Delgadillo, consejera del INM de 2019 a 2021 y directora ejecutiva de Asylum Access México.

-¿Se fracasó en el tema?

-Sí, hemos visto claros retrocesos, como en el programa de alternativas de alojamiento, que permitía a las personas continuar en libertad el proceso de solicitud de refugio; en octubre de 2020, con una simple circular, lo anularon. Hemos acompañado a personas con una solicitud de refugiados vigente, pero los envían a las estaciones y son deportados a prisa. Es una burla.

Alejandra tuvo oportunidad de ingresar hace unos meses a la estancia incendiada de Ciudad Juárez, ahora de dolores infinitos. Un retrato oscuro que habrá de contarse…

LO QUE DICE LA LEY DE MIGRACIÓN

Artículo 99. Es de orden público la presentación de los extranjeros adultos en estaciones migratorias o en lugares habilitados para ello, en tanto se determina su situación migratoria en territorio nacional.