
“Lo que dejas en los demás dice más de ti que lo que logras para ti mismo.” Esa premisa resume, en parte, el enfoque que ha adoptado el empresario quintanarroense Carlos Antonio Mimenza Novelo a lo largo de su carrera. Su trayectoria empresarial se ha desarrollado en paralelo a un compromiso sostenido con causas sociales, combinando la dirección de proyectos en distintos sectores con iniciativas orientadas al fortalecimiento comunitario. Más allá de los resultados económicos, ha dado prioridad a la construcción de relaciones basadas en confianza y valores compartidos, con especial atención a lo que estas decisiones pueden transmitir a las futuras generaciones.
Desde los primeros años de su trayectoria profesional, Carlos Antonio Mimenza Novelo ha estado vinculado a sectores clave como el inmobiliario, la regularización de tierras ejidales y la inversión en proyectos urbanos. Pero lo que marca una diferencia sustancial en su enfoque como empresario no es solo la diversificación de sus actividades, sino la decisión consciente de delegar responsabilidades operativas en equipos altamente capacitados. Para él, una competencia esencial en la dirección de empresas es la capacidad de construir estructuras autónomas, capaces de funcionar eficientemente sin requerir su presencia constante.
Esta filosofía de gestión encuentra un anclaje claro en la importancia que otorga a los valores. La honestidad y el compromiso profesional no son simples palabras en su discurso, sino principios no negociables en la conducción de sus negocios. En una economía donde la confianza resulta cada vez más volátil, el empresario mexicano sostiene que “el verdadero éxito empresarial no se mide únicamente por el tamaño del portafolio, sino por la legitimidad y la credibilidad que un emprendedor logra construir con el tiempo”.
Para Carlos Antonio Mimenza Novelo, alcanzar el éxito significa haber sido reconocido como una persona confiable, capaz de gestionar inversiones patrimoniales con responsabilidad. Este tipo de reconocimiento responde a años de trabajo en una región compleja como el sureste mexicano, donde se combinan variables legales, agrarias y políticas. Más allá de los resultados financieros, valora especialmente haber podido transmitir a sus hijos la importancia del esfuerzo y del trabajo, lo que considera una de sus mayores satisfacciones personales.
El compromiso social de Carlos Antonio Mimenza Novelo como parte de su trayectoria
La dimensión social forma parte estructural de la trayectoria de Carlos Mimenza Novelo y ha adquirido relevancia progresiva con el paso del tiempo. En 2012, impulsó la creación de Villa la Esperanza en Mérida, una organización de segundo piso dedicada a brindar asesoría y facilitar recursos para distintas asociaciones civiles. Entre sus líneas de apoyo destacan iniciativas centradas en el autismo, la asistencia a mujeres en situación de vulnerabilidad y la protección de menores víctimas de violencia sexual, como en el caso de Casa Crisal.
La dimensión crítica de Carlos Antonio Mimenza Novelo también se ha expresado de forma directa en su postura ante los casos de corrupción política. Desde su posición de ciudadano y empresario, ha denunciado de manera abierta el desvío de recursos públicos en el estado de Quintana Roo por parte de administraciones priistas y panistas. Aunque reconoce que esta actitud le trajo consecuencias y tensiones en el ámbito político, considera que actuar conforme a sus principios le ha permitido mantener la conciencia tranquila y reafirmar su compromiso con la ética pública.
Durante sus primeros pasos en el ámbito empresarial, Carlos Mimenza Novelo contó con el respaldo de figuras que influyeron positivamente en su trayectoria. Entre ellas destaca el ingeniero Eloy Cáceres Delgado, fundador de la desarrolladora Kaua, quien le brindó su confianza al participar en operaciones de compraventa de tierras ejidales sin requerir garantías formales. La relación dio resultados favorables para ambas partes y contribuyó a consolidar su experiencia en el sector.
Con el paso de los años, la lógica de crecimiento y rentabilidad ha dado paso a un criterio más selectivo en la elección de proyectos. En la actualidad, el empresario quintanarroense Carlos Antonio Mimenza Novelo ha optado por involucrarse únicamente en aquellos desarrollos que despiertan en él un interés auténtico. Su foco está menos centrado en maximizar rendimientos financieros y más orientado a generar un impacto tangible en las comunidades donde opera. De este modo, puede equilibrar los logros empresariales con una responsabilidad social activa.