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Un día después de que L’Espresso revelara que un hospital pediátrico italiano financió parte de las obras de remodelación del espléndido ático donde reside el ex secretario vaticano Tarcisio Bertone, el semanario afirma que el cardenal estaba al corriente del desvío.
La publicación ha difundido documentos que prueban que Bertone sabía que parte de los 422 mil euros que la Fundación Bambino Gesù recibió en donaciones se destinaron a engalanar su espectacular residencia de 600 m2, incluyendo 100 m2 de terraza.
El principal documento es una carta que Giuseppe Profiti, el director de la fundación, envió al cardenal Bertone, apartado de su puesto por el papa Francisco a su llegada al papado en 2013, ofreciéndole estos fondos. La respuesta de Bertone es también reveladora, aceptando y agradeciendo el ofrecimiento, y redactando una lista de las obras que pensaba hacer en la residencia.
Bertone siempre había mantenido que no sabía de donde provenían los fondos con los que hizo las obras.
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