
Ante los distintos escenarios que se presentan por la elección del nuevo dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que han arrojado la existencia de al menos tres candidatos, la tarde de este viernes se expuso la posibilidad de que haya un candidato de unidad.
Los dirigentes de las diferentes corrientes del PRD rechazaron retirar a sus candidatos propuestos, pese a que ninguno de ellos consigue las dos terceras partes de miembros del Consejo Nacional.
Alejandro Sánchez Camacho, representante de Izquierda Democrática Nacional, reconoció que la negociación está “empantanada” y dijo que ya empiezan a buscar otro candidato.
Sánchez Camacho no descartó la posibilidad de que la elección del nuevo presidente nacional del PRD llegue a los tribunales, si no arreglan a tiempo la designación de la nueva dirigencia.
“Estamos ante un consejo nacional con dos grandes posibilidades. La primera, un choque de trenes entre las diferentes posiciones para elegir al sustituto de Agustín Basave, o, por otro lado, estamos en la posibilidad de un acuerdo de gobernabilidad, de consenso del partido”, dijo.
Sánchez Camacho destacó que un factor importante para destrabar el conflicto es que se otorgue a Nueva Izquierda la dirección del partido en la Ciudad de México, para que deje de insistir con Beatriz Mojica Morgan.
Nueva Izquierda insistió durante la reunión que va con la secretaria Mojica como su candidata y sostuvo que, si no hay acuerdo, ella puede asumir el cargo provisionalmente, de acuerdo con los estatutos.
El bloque de corrientes opositor a Nueva Izquierda sostuvo sus dos propuestas también: a Alejandra Barrales y a Pablo Gómez, pese a que han sido rechazados por la misma Nueva Izquierda o Los Chuchos, expresión con el mayor número de consejeros, pero sin poder juntar los dos tercios que exige la norma interna.
Trascendió que Alternativa Democrática Nacional y Patria Digna amagaron con realizar una votación y dar por bueno un resultado con mayoría absoluta, es decir, 50 por ciento más uno.
Esto, en lugar de la mayoría calificada (dos terceras partes), con el argumento de que hay jurisprudencia del Tribunal Electoral que podría favorecerlos.
La nueva corriente “Iniciativa Galileos” y “Los Chuchos” advirtieron que tomar este camino sería violar el estatuto, por lo que resultaría inaceptable esa opción.
Carlos Navarrete, en representación de Nueva izquierda, sostuvo ante otros dirigentes que sería fatal para el partido salir ante la prensa con el reconocimiento de que no pueden llegar a un acuerdo.
Por su parte, Alejandra Barrales aseguró que su principal virtud para dirigir el PRD es no pertenecer a ninguna corriente interna, por lo que podría tener diálogo con cada una y tomarlas en cuenta.
“Tengo más de 16 años de militancia en el PRD, conozco sus diferentes expresiones, pero no ser parte orgánica de ninguna me facilita y obliga a fomentar el diálogo y acuerdo para transitar en el interior de las expresiones”, afirmó en entrevista.
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