Metrópoli

“Si nos encierran a nosotras, vendrán otras a protestar…”

Durante el año de encierro, la Fiscalía de la CDMX se lanzó contra 20 feministas participantes de la marcha del 8 de marzo del 2020. Las acusan de incitar a la violencia o de cometer actos violentos durante la manifestación. El proceso contra ellas sigue, aún cuando el MP sólo cuenta con unas fotos de dudosa procedencia y que incluye a chicas que no estaban presente ese día

La lucha por la liberación de la mujer
La lucha por la liberación de la mujer La lucha por la liberación de la mujer (La Crónica de Hoy)

Cihuacóatl acude a los mítines con su hija, ríen, tejen pulseras y cantan mientras platican con sus amigas; ella, como otras veinte mujeres, está imputada en las carpetas de investigación iniciadas por la Fiscalía de Ernestina Godoy contra mujeres que participaron en las marchas efectuadas en los últimos 12 meses. Chihuacóatl siempre ha luchado por defender los derechos humanos y milita en el feminismo desde hace años, por lo que no es la primera vez que la policía la señala.

“Nos ven frente al Ministerio Público y salen a observar y se regresan muy enojados, les molesta que agarremos un megáfono para hacer visible la opresión que vivimos y su ineficacia; por eso nos quieren encarcelar”, asegura tras una reciente jornada de protesta pacífica frente a la Fiscalía, situación que solo ha provocado más a las autoridades.

En cada ocasión que hay citatorios, se duplica el número de policías en las calles aledañas a las instalaciones ministeriales. De las oficinas salen otros hombres a fotografiar discretamente a las feministas que acompañaron a las imputadas. En un par de ocasiones, aseguran las activistas, policías han intentado hacerse pasar por reporteras y feministas encapuchadas para intentar obtener información de ellas.

“Los policías, en vez de proteger a las personas, deciden que somos criminales; al Estado le cuesta más invertir para atender a las mujeres, así que prefieren invertir tiempo y dinero en una investigación para encerrarnos y que dejemos de protestar por todas las secuestradas, violadas y asesinadas”, señala Cihuacóatl.

A ella le imputan cargos por incitar a la violencia, robos y saqueos durante la marcha del 8M del 2020… sólo que ella no asistió a aquella movilización. La acusación se basa en fotografías que los policías vendieron a páginas webs para “desenmascarar” a las feministas. Algún uniformado se pasó de vivo y vendió las de Cihuacóatl, pero de un día diferente.

Con base en la experiencia de las chicas indiciadas, la ley continúa siendo aplicada por un sistema que defiende hombres: cuestionan la legitimidad de abrir las carpetas en primera instancia, ya que las únicas pruebas son esas fotos subidas a un perfil falso (una tal Ana Pérez) de facebook, quien expuso públicamente datos personales de las ahora imputadas, sus nombres y sus direcciones. “Cuando nosotras exponemos a un agresor públicamente la denuncia ya no procede porque alegan que se violentaron sus derechos. ¿Por qué ahora se saltan el artilugio legal con el que defienden a tantos violadores y acosadores?”

En las carpetas no han ampliado las pruebas en su contra, sin embargo continúan citándolas a comparecer. “Mi abogada me dijo que no tiene sentido. La vez pasada metimos un escrito de que no tenían pruebas suficientes para continuar el proceso y creímos que ahí quedaría el asunto, pero nos mandaron otro citatorio”, declara Alex, otra de las imputadas.

La fotógrafa.

Ella es una de las más jóvenes del grupo, tiene 22 años y estudia ciencias visuales. El proceso le ha causado problemas en casa desde el principio, pues desde antes sus papás estaban en desacuerdo con que estuviera en el movimiento. Alex sí asistió a la marcha del 8M pero solo para documentar, las fotografías de encapuchadas que tenía en sus redes sociales solo eran aquellas que había tomado en las manifestaciones. “Creo que las pintas son una forma legítima de protesta, pero yo llevo mi lucha por otro lado”, aseguró.

El acuerpamiento del movimiento feminista y el apoyo de ONGs internacionales que respaldan a los defensores de los derechos humanos han sido clave. Chihuacóatl comenta que las autoridades las han tratado relativamente bien durante este proceso, sin embargo lo adjudica a la difusión que tiene el caso y la cantidad de personas que continúan pendientes de este proceso. Cree que sin exposición pública, el proceso que han sufrido 20 mujeres sería humillante.

Aún así, ella se mantiene optimista con respecto al panorama del movimiento y afirma que aunque ellas llegasen a ser encerradas, habrá más chicas que continuarán protestando y exigiendo sus derechos: “ya no hay regreso, aunque nosotras caigamos la movimienta va a continuar porque esta falsa democracia donde las mujeres tienen menor agencia política y social ya es insoportable”.

Ellas esperan que las autoridades desistan de las investigaciones, pero la agresiva respuesta que ha continuado mostrando el gobierno de la 4T hacia las mujeres apunta hacia otro lado. Dentro del movimiento muchas especulan que aún vendrán más citatorios, especialmente tras las marchas principales del 8M que irán del Monumento a la Revolución hasta Zócalo, aunque también se espera que suceda lo mismo en otras zonas del país, tal como el Estado de México que también han abierto carpetas de investigación contra mujeres por la toma del Congreso en 2020.

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