
Anónimo
¿Por qué la 4a Transformación, hasta cuando tiene una buena idea, la echan a perder?
Es el caso de la Reforma al Poder Judicial (RPJ).
Como ciudadano común, me parecen interesantes y ambiciosos los objetivos centrales, habida cuenta de que el rezago y la corrupción en la administración de justicia son de larga data y que todos en algún momento de la vida los sufrimos.
Mire usted, según lo difundido en los medios -que de algo sirven…-, a partir de la RPJ la carrera judicial será otra cosa. Destacan que habrá una escuela de jueces donde se capacitará continuamente a los defensores de oficio (claro, ahora se llamarán Defensores del Pueblo), será obligatoria la evaluación del desempeño laboral y habrá controles más duros contra la corrupción, el nepotismo y el acoso sexual. También los analistas jurídicos han encontrado fallas, sobre todo en lo relativo a los tribunales para amparos.
Veamos:
… Pero aquí viene el pecado original:
Pasemos a los pecados capitales.
El pretexto para tal prórroga fue asegurar que la RPJ dispusiera de “tiempo y continuidad”. O sea, que todo depende de las personas y no de las instituciones.
Estamos por ver otro pecado capital:
Pero por esas fechas vamos a estar tan ocupados con los resultados electorales, que ni cuenta nos vamos a dar si se publica o no la RPJ… ¡Ojo, pues, que alguien esté al tanto..!
Por muy buenas que sean sus intenciones, si el Poder Judicial viola la Constitución y pierde su independencia, ¿qué podemos esperar de él?
Y una vez más, la 4ª Trituración, perdón, Transformación, se habrá salido con la suya.
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